Cerca de 200 ciudadanos así como funcionarios públicos del ayuntamiento de Acatlán y el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, acudieron a la entrega de la pavimentación y acondicionamiento de la avenida 16 de enero en la cabecera municipal. Esta vialidad de principal acceso a la demarcación y también eje conector entre Tulancingo y Huasca cerró desde el pasado octubre y volvió a su funcionamiento normal tras poco más de un mes y medio de retrasos.
En un ambiente festivo y a pesar de las bajas temperaturas por la entrada del frente frío número 27 en la entidad, un cúmulo de comerciantes, campesinos y queseros no perdieron la oportunidad para platicar de cerca con el mandatario y con la alcaldesa de Acatlán, Elizabeth Vargas, quien en su discurso de entrega remarcó la importancia que surte esta calle para el desarrollo comercial no solo del municipio, sino del Valle de Tulancingo.
También señaló que dicha obra se volvió una de las prioridades desde el arranque de su gestión en el 2020 pues era un pendiente que "aquejaba desde hace décadas" ya que nunca había sido intervenida y estaba en extremo deteriorada.
Igualmente, dijo que solicitaron al gobierno estatal asignación de presupuesto para rehabilitación en diferentes tramos carreteros de gran tránsito como el Acatlán-Huasca, ya que su actual estado afecta el traslado de mercancías que se producen en la región tales como quesos, leche, maíz, entre otros.
Con una inversión de ocho millones 275 mil pesos, este trabajo inició en octubre del año pasado y estaba programada para concluir en la primera semana de diciembre. No obstante, por conflictos de clima y pausas en la obra, se terminó tiempo después de lo planeado.
Dichos retrasos provocaron bajas en ingresos de comerciantes asentados en esta calle de hasta el 70 por ciento, además de que afectó también al comercio de la cabecera municipal pues es el principal acceso al primer cuadro del pueblo.
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Durante su intervención, Julio Menchaca aseguró que la entrega de esta obra formaba parte del pago de una "deuda histórica" con los acatlenses, además de que refrendó su compromiso para trabajar con los gobiernos locales y utilizar los ingresos de infraestructura para dignificar cada rincón de la entidad.
Entre cuetes y música al terminar el corte de listón, decenas de ciudadanos, muchos de ellos parte de la industria quesera, se acercaron al mandatario para regalarle canastas con productos lácteos o hacerle peticiones particulares. En su discurso, Menchaca dijo que "hay frío en el ambiente, pero calor en el corazón de hombres y mujeres de Acatlán".