Alejandro Hernández Cárdenas Rodríguez, el padre de la Rehidratación Cadavérica, lamentó que esta práctica no sea aplicada por las fiscalías estatales del país pese a ser una técnica accesible y con la que se puede revertir el proceso de momificación y putrefacción de los cadáveres.
Lo anterior, durante su ponencia a alumnos de la licenciatura en criminalística en Tulancingo, en la que el médico forense explicó que la creación de la técnica de rehidratación surge de la necesidad de identificar los muchos cuerpos de mujeres, víctimas de feminicidio, las conocidas como “las muertas de Juárez”, que llevaban años guardados en el refrigeradores del servicio médico forense.
La rehidratación de cadáveres es una técnica mediante la cual es posible recuperar la condición general de los cadáveres en estado de putrefacción o momificados; se trata de una solución en su mayoría de agua con diferentes químicos que hacen que las células permitan que vuelva a ingresar el agua y el cadáver tome su aspecto natural, desde la piel, músculos, tejidos grasos y hasta los órganos internos.
Al rehidratar los cadáveres, es posible, en primera instancia conocer la identidad de la persona, así cómo determinar la causa de la muerte, ya sea natural o asesinato y así comenzar con la carpeta de investigación correspondiente. Con esta práctica, además de beneficiar a los familiares, porque pueden volver a ver al ser querido, se beneficia a la justicia.