El quemite es una flor comestible que se da en los municipios de la región Otomí-Tepehua a partir del mes de enero y se utiliza para la preparación de diversos platillos como tortitas con huevo en caldillo, en molito o con frijoles.
Se trata de una planta milenaria, que nace de un árbol emblemático para la cultura azteca, el cual es conocido como zompantle, árbol de colorín, pemuche, machete o pichoco.
En diversas zonas de la región se ha convertido en un árbol endémico del cual florecen a unos tres metros de altura.
Sus flores poseen un gran contenido proteico, lo que lo convierte en un ingrediente para ser usado y consumido como alimento complemento en diversos guisos, de acuerdo con Cristina Martínez Cruz, cocinera tradicional del municipio de Acaxochitlán.
Aseguró que esta planta es utilizada en la gastronomía ancestral y desde enero comienza la temporada en florecer para ser degustada en platillos.
“Con la flor de quemite se pueden preparar unos frijoles, se hacen tortitas con huevo en caldillo de tomate, con huevo revuelto, en quesadillas, sopes hasta un adobo o molito”, compartió.
Afirmó que las puedes encontrar en los bosques, también se comercializan en los tianguis a un costo muy barato.
“En Acaxochitlán la puedes comprar en el tianguis y se vende entre diez a 15 pesos la medida, es decir, una sardina”, dijo.
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Por último, señaló que hay que tener cuidado en la preparación, “hay que quitarle el frijolito de la cabeza y consumir solo la flor” pues se trata de una planta altamente peligrosa por tener semillas tóxicas.