En algunas funerarias del valle de Tulancingo confirmaron el descenso de servicios para defunciones por Covid-19. Consideran que el que comiencen a disminuir los decesos por el coronavirus, en gran parte se debe a la vacuna anticovid, porque desde que se aplica las cifras de decesos comenzaron a disminuir.
Así lo hicieron saber los gerentes de algunas funerarias de la ciudad, quienes afirman que desde el mes de marzo, aproximadamente, notaron un estancamiento en las muertes por Covid-19.
Asimismo, establecieron que en algunas de ellas no han recibido solicitud de sus servicios para funerales Covid-19 desde hace dos meses; en otras han bajado sus números de entre 14 a 16 servicios a 2 o 3 por semana y algunas otras han trabajado con sólo servicios con protocolo de Covid-19 desde hace una quincena.
Asimismo, comentan que en los primeros meses de la pandemia los hornos crematorios se vieron saturados, pero que desde hace unas semanas han dejado de ser usados, pues para cuerpos Covid-19 existen dos tipos de servicios: inhumación directa o la cremación, opciones que los deudos eligen.
Una situación que ellos han podido notar, es que los decesos que han recibido suelen ser de personas de entre 40 a 50 años, a diferencia de la primera ola, donde se vieron fallecimientos particularmente de los adultos mayores. “Ya es muy raro sacar un cuerpo Covid-19, las muertes ya son por enfermedad patológicas o médicos legales”, dijo Irving Contreras gerente de funerales Franco.
“En caso de que se llegue a ver un aumento en muertes Covid-19, deberá de ser en unas dos o tres semanas, que es el tiempo estimado en que pueden empeorar los contagiados”, mencionó Carlos Arroyo gerente de funeraria Sandel.
“Definitivamente las vacunas vinieron a ayudar, ojalá que todos las recibieran, si nos cuidamos todos, podremos seguir con nuestras vidas”, comentó Claudia Romo gerente de funeraria la Luz.
Por otra parte, descartan contagios entre sus equipos de trabajo pues se rigen bajo protocolo de bioseguridad implantado por salubridad: usan trajes y guantes especiales desechables que deben tirar a la basura para ser levantada por Residuos Peligrosos Biológico Infecciosos (RPBI) y se incinera para evitar sea un foco de infección.