Gabriel Mancera y la banda del automóvil gris, de víctima a productor de películas VIDEO

El conocido empresario de Tulancingo en su momento fue uno de los hombres más ricos de México, blanco de un grupo criminal

Octavio Jaimes / El Sol de Tulancingo

  · lunes 8 de abril de 2024

La escena de fusilamiento que se muestra en el filme es la verdadera ejecución de algunos integrantes de la Banda del Automóvil Gris. / FICM, Museo del Estanquillo, Jorge Márquez Alvarado

La historia de Tulancingo vuelve a arrojarnos lo que seguramente sería la trama perfecta para una serie de televisión o hasta de una película: un empresario y político es secuestrado por la banda del automóvil gris, en México durante las épocas revolucionarias. Tiempo después, este hombre impulsa y patrocina la realización de una película inspirada en dicha banda.

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¿Qué tiene que ver esto con la Ciudad de los Satélites? Pues resulta que el empresario en cuestión, víctima de esta mafia, era el señor Gabriel Mancera, un hombre amante de Tulancingo que trajo por primera vez el ferrocarril a estas tierras. Dada su riqueza, se volvió un blanco interesantísimo para la Banda del Automóvil Gris, ensamble criminal que inspiró la cinta “El Automóvil Gris”, de las primeras películas hechas en México y uno de los 100 mejores largometrajes que ha dado el cine nacional según diferentes críticos.

¿Quién era Gabriel Mancera?

Gabriel Mancera nació un 6 de mayo de 1839 en Tulancingo, hijo de Tomás Mancera e Isabel García de San Vicente, a su vez hermana del literato y educador Nicolás García de San Vicente, este último nacido en Acaxochitlán. El éxito para los negocios y billetes lo heredó desde el vientre de su madre, pues su familia operaba desde antes de su alumbramiento, minas en Mineral del Chico.

Tras sus estudios como ingeniero en el Colegio de Minería, impulsó esta industria en Real del Monte y en Pachuca. De hecho, sus compañías fueron de las principales explotadoras de minerales en esa región, trabajo que le valió el crecimiento exponencial de su fortuna. También ejerció como político. Es de mencionar que su pensamiento liberal lo llevó a ser secretario de Benito Juárez y uno de sus amigos más cercanos.

Según crónicas populares y el mito en torno a su figura, se dice que fue el amor la principal causa que lo llevó a establecer la primera línea de ferrocarril en Tulancingo. Es así que donó el edificio de la primera estación al municipio, ubicada en donde hoy en día es el Museo de Datos Históricos. Pero su legado no terminó ahí, pues fundó la primera fábrica industrializada de hilos del estado, La Esperanza, en el recinto donde se construyó luego la nueva Estación del Ferrocarril, hoy uno de los complejos culturales más importantes de la zona.

Según el acervo digital Tulancingo Cultural, Mancera dejó huella en todos los municipios y estados que pisó:

“En Mineral del Chico, población donde fue nombrado personaje distinguido, quedan obras auspiciadas por él como el reloj de la plaza del centro; en Pachuca, a su costa construyó el camino hacia esta ciudad que va por Veta del Comanche, y en la Ciudad de México tomó parte en las bonanzas de los ferrocarriles y construyó los ferrocarriles de México-Toluca, fundó la primera línea del Ferrocarril de Hidalgo y del Noreste que, junto con los ferrocarriles de México-Pachuca, vendió más tarde al gobierno federal”.

La Banda del Automóvil Gris

Pues bien, su amplio repertorio de éxitos y riquezas llamó como agua en el desierto a la Banda del Automóvil Gris. Llamados así porque, en efecto, se desplazaban a bordo de un vehículo gris, fueron uno de los primeros grupos delictivos en usar automotores para la comisión de ilícitos, principalmente robos a casas de lujo.

Tenían un particular modus operandi: vestidos con indumentaria militar y tras elegir minuciosamente su objetivo, llegaban al domicilio en cuestión con órdenes de cateo falsas, lo cual les facilitaba el acceso. Una vez dentro, amenazaban a los residentes y se llevaban cuanto más podían de objetos de alto valor; luego huían en un Fiat Lancia color gris.

El atraco a Gabriel Mancera

Con atracos que se presentaron casi todos en 1915, a la casa de Don Gabriel Mancera, ubicada en la cuarta calle de Donceles de la Ciudad de México, le tocó en noviembre. Para entonces, los robos ya no eran suficientes y comenzaron a extorsionar a través del secuestro. La historia dice que Mancera fue secuestrado por ellos, aunque no se conocen detalles sobre la cantidad que soltó (si es que lo hizo) para obtener su libertad.

Pese a que la banda tenía nexos con la policía, meses después fueron capturados. Aunque algunos fueron liberados casi de inmediato, a otros los condenaron a fusilamiento. Aquí es donde entra el tercer elemento de nuestra ecuación.

“El Automóvil Gris”

Un cineasta de nombre Enrique Rosas tuvo oportunidad de documentar en video la escena de la ejecución, metraje que después ocuparía para “El Automóvil Gris”, considerada no solo de las películas pioneras del acervo nacional, sino también uno de los primeros documentales.

“Esta no es una ficción calcada sobre hechos reales, es transcripción exacta de la verdad entresacada de los incongruentes detalles de un misterio”, se leía en la sinopsis.

Se rodó en las locaciones donde ocurrieron los atracos, es estelarizada por el policía Juan Manuel Cabrera (quien aportó documentación sobre la aprehensión de los malhechores y que se interpreta a sí mismo en el filme), y cuenta a detalle la formación, modus operandi y caída de la Banda del Automóvil Gris. Aunque en el año de su estreno, 1919, se presentó en 12 episodios y musicalizada en vivo, para finales de la década de los 30 se montó en un solo metraje y se le agregó una banda sonora.

“La escena del fusilamiento, a su natural horror, reúne su autenticidad. Con su absoluto realismo, hemos querido demostrar cuál es el único fin que espera al delincuente”, era el mensaje que se mostraba a la audiencia previo a la escena de fusilamiento real, hecho que vuelve a “El Automóvil Gris”, probablemente una de las pocas películas del mundo en mostrar este tipo de castigos y quizás la única de México.

Don Gabriel Mancera, según crónicas municipales, fue uno de los impulsores y además mecenas de esta cinta. Esto, a pesar de que su casa fue uno de los más grandes atracos que se apuntó la Banda del Automóvil Gris: se robaron dos onzas de oro, tres perlas para camisa, un fistol de coral, una pulsera de perlas, un anillo de diamantes, dinero en efectivo y un collar de esmeraldas propiedad de su hija. El monto del botín se calculó en 35 mil pesos de aquella época.

Por otro lado, la película se estrenó en diciembre de 1919 y rompió los récords de taquilla de su tiempo. De acuerdo con datos de archivo del Festival de Cine de Morelia, “llegó a exhibirse en 19 recintos simultáneamente y cada lugar recibía diariamente a un promedio de 40 mil 233 personas”

Además, fue el estreno más grande fuera de la Ciudad de México, al recaudar la suma de poco más de 4 mil pesos en Veracruz.