Como "lo mejor que le pasó en la vida", así califica Elizabeth Vargas, alcaldesa de Acatlán, al hecho de ejercer como edil, pues aunque reconoce que no es un trabajo fácil e incluso le ha llevado a cuestionarse si tomó la mejor decisión, sus pensamientos se aclaran cuando se da cuenta que tiene la oportunidad no solo de inspirar a muchas mujeres jóvenes, también de pelear por sus derechos y ejercer otro tipo de manifestación, una forma de demostrar que la política también puede salir a flote gracias al trabajo y cercanía con la gente.
De 33 años de edad y egresada de la Licenciatura en Administración de Empresas por la Universidad Politécnica de Tulancingo, Vargas comenzó su andar en la política en el 2012, cuando trabajó en la administración del municipio vecino de Metepec. Luego, colaboró en dos legislaturas en el Congreso de Hidalgo, para después emprender el salto que la llevaría a ser electa como Presidenta Municipal, la segunda que hay históricamente en Acatlán. Originaria de la localidad de La Unión, ella reconoce que su experiencia en la política no es tan amplia como la que pudieran tener sus homólogos, sin embargo, asegura que gracias a la confianza y cercanía de la gente además de su "amor al campo y al trabajo" es que se abre paso en la administración pública.
"Como presidenta puedo decir que es una experiencia muy grata la que he vivido porque he recibido mucho respaldo y cariño de la gente. Me he podido ir todos los días con la satisfacción de poder hacer algo por los demás desde el espacio en donde estoy", expresó en entrevista. Sin embargo, no todo es color de rosa: desde el principio tuvo que hacer frente al machismo, contexto que vive incluso al interior de su gobierno.
"Debo decirlo tristemente, pero lo más difícil es enfrentarse al machismo, incluso al interior de la asamblea. Aunque hoy hemos avanzado bastante sigue habiendo ese resentimiento, el 'por qué una mujer' o incluso 'por qué una mujer que es de una comunidad' o 'por qué alguien que no estaba inmersa en la política'. Es un tema en el que me da tristeza que alguien que quiera gobernarnos no quiera que una mujer esté al frente. Eso provoca gran golpeteo político, pero siempre he sido muy positiva", dijo la alcaldesa. Y es que abundó en que al ser mujer y pese al reconocimiento público, se mantiene vivo el cuestionamiento sobre sus capacidades intelectuales y laborales, aunque se rige bajo la creencia de que "trabajo mata grilla".
En este sentido, señaló que su interés es seguir apoyando a las mujeres, pues mantiene la esperanza de que futuras generaciones puedan abrir brecha dentro de la función pública como senadoras, diputadas o presidentas municipales. Lo anterior garantizará, según dijo, que se mantenga en pie de lucha las ganas para garantizar los derechos de las mujeres en espacios públicos, laborales y académicos.
"La búsqueda de los derechos de las mujeres no debe ser un tema solo del ocho de marzo. Creo que es un tema de todos los días, yo busco que así sea. Solo así llegaremos a realmente tener derechos igualitarios", expuso. Desde su trinchera, buscó que su gestión concretará que la Instancia Municipal de la Mujer entrara en funciones, espacio donde se otorga asesoría legal y terapia psicológica a mujeres víctimas de violencia. Aquí también reciben casos de atención médica, de los cuales la administración cubre en su totalidad los gastos por traslados y alimentación, además de garantizar un acompañamiento permanente en caso de que requieran salir del municipio rumbo a Pachuca, por ejemplo.
"Me gusta mucho ir a platicar con las jóvenes de la telesecundaria o las prepas para concientizar sobre la violencia en el noviazgo, para que entiendan que eso de tener 'un novio tóxico' no es un tema de moda, por eso tratamos de mantener comunicación con los jóvenes para evitarlo", mencionó. Dijo que aunque ella no acostumbra ir a marchar durante el Día de la Mujer, ejerce su derecho a manifestarse desde la trinchera de trabajar "al doble" para que quede en claro "que las mujeres somos el motor económico de este país". Tan solo en Acatlán, señaló que al menos el 50 por ciento del comercio es impulsado por mujeres dueñas de negocio, emprendedoras que poseen un local en el centro o son jefas de familia; además, destacó que trabajadoras del campo en la zona de Las Barrancas son las que mayor presencia tienen en la plaza dominical, exclusiva para habitantes de este municipio.
"Hoy hay trabajo para todas las mujeres de aquí. Se les ve en el campo, cortando pastura, en el comercio, en los invernaderos, en las plantas queseras. Actualmente están empoderadas en el trabajo. Poco a poco hay mayor independencia financiera que permite que en familia, se cumplan los sueños de sus hijos.", concluyó.