Entre mil 300 hasta los cuatro mil pesos podrían gastar una familia de diez integrantes para contratar un paquete para la cena de Año Nuevo que incluya solo pasta, un platillo principal, ensalada y ponche.
El desembolso que podría llegar a realizar una familia dependerá de la elección del menú y según el lugar en donde se adquieran los comestibles, en los cuales no se incluye el gasto de refrescos, bebidas alcohólicas, pan, tortillas, desechables entre otros productos que se requieren.
A pesar de que los platillos que se consumen ese día suelen ser muy variados, según los gustos, preferencias y presupuesto de cada familia, se cotizó los más comunes en diversos restaurantes del municipio de Tulancingo.
El costo promedio de un kilo de espagueti es de 130 pesos, un litro de ensalada de manzana se vende en 200 pesos, el kilo de lomo o pierna en 300 pesos aproximadamente, el bacalao a la vizcaína en 650 pesos, los romeritos en 500 pesos por kilo y el pavo de entre 5-6 kilos en mil 750 pesos.
La gerente comercial de El Sabor de Casa, restaurante ubicado en la calle de Amado Paniagua esquina con Independencia a dos cuadras del Jardín la Floresta en Tulancingo, señaló que ofrecen un amplio menú de Navidad y Año Nuevo a la elección de los comensales.
Explicó que una cena para el fin de año que incluya un platillo principal, espagueti, ensalada de manzana, una guarnición y ponche, para una familia de diez integrantes, cuesta en promedio mil 590 pesos.
Precisó que el espagueti a los tres quesos se oferta en 120 pesos el kilo, la charola grande de lasaña en 780 pesos, el lomo navideño en 300 pesos el kilo, los camarones al mojo de ajo en 450 el kilo, la ensalada noche buena en 80 pesos el litro, al igual que la de manzana, la ensalada rusa en 120 el kilo y el ponche en 55 pesos el litro.
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Compartió que un kilo rinde aproximadamente para cuatro o cinco personas dependiendo la porción que se sirva.
Por último, dijo que llevan seis años ofreciendo cenas a sus comensales y aseguró que cada año son más las personas que optan por elegir un menú para evitar tener que ir a comprar los ingredientes, preparar y cocinar cada uno de los platillos.