El golpe de calor es un trastorno ocasionado por el aumento de la temperatura corporal como consecuencia de la exposición prolongada a las altas temperaturas ambientales y/o el esfuerzo físico intenso.
Los más vulnerables son los niños menores de cinco años, niños con enfermedades crónicas, obesidad, desnutrición o enfermedades crónicas.
Este trastorno se puede identificar por síntomas muy específicos como:
· La temperatura corporal de 39 a 40 grados Celsius (°C).
· Piel roja caliente y seca.
· La respiración y frecuencia cardiaca se aceleran.
· Dolor de cabeza palpitante.
· Convulsiones.
· Alteración del estado mental y del comportamiento (vértigos, mareos, desorientación, delirios, confusión o pérdida de conocimiento.
¿Qué hacer ante un golpe de calor?
Lo principal es llamar inmediatamente al servicio de emergencia.
Retirar la ropa y enfriarlo rápidamente (si se puede sumergir en agua es mejor, sino hay que mojar todo el cuerpo).
Llevar al afectado a un lugar fresco y ventilado, si es posible con aire acondicionado.
Darle de beber agua si es posible.
Esto puedes hacer para prevenirlo
Cuidar la hidratación y la alimentación.
Evita realizar ejercicio o actividad intensa entre las 11 o 15 horas al aire libre.
No quitarte la camisa si tiene calor y esta el sol, ya que el tejido de la prenda retiene humedad en el cuerpo.
No exponerse demasiado al sol durante los primeros días que comienzan las temperaturas altas.
Vestir con ropa liviana, holgada y de algodón, usando colores claros.
Permanecer en lugares ventilados y frescos
Un golpe de calor es uno de los daños a la salud a los que está expuesta la población, nuestro organismo es muy sensible a las variaciones externas de temperatura por ello dispone de mecanismos que la regulan como el sudor, al sufrir este trastorno y aumentar la temperatura corporal se pierden abundantes líquidos corporales, elevando las probabilidades de padecer daños neurológicos e incluso la muerte.