En los últimos 25 años han desaparecido los grandes establos de ganado vacuno que caracterizaron a la cuenca del Valle de Tulancingo, se reconoce en el Plan Municipal de Desarrollo de Tulancingo.
De 15 que había ahora hay apenas cinco; igual disminuye la capacidad de fuentes de empleo e ingreso para los productores rurales, inmersos en agroindustria procesadora de lácteo, advierten entrevistados.
Para quienes subsisten con hatos ganaderos, se censan apenas tres ranchos grandes es decir más de 350 cabezas los otros son medianos entre 150 y 200 y la mayoría son chicos, 50 cabezas de ganado, agregó Enrique Meléndez, quien ha heredado de su familia el cuidado del rancho.
El riesgo que implica, dice, es que comiencen a vender parte de su ganado, como él tiene conocimiento, ya algunos de sus compañeros enfrentan la crisis.
El cierre de estos sitios, o la disminución de su capacidad productiva se deriva de que se enfrentan al aumento en los precios del diesel con los que mueven los tractores, pero además la electricidad con la que operan para el funcionamiento de los ranchos, el alimento forrajero que muchas veces compran a intermediarios y que, ante la escasez en la zona, lo adquieren más caro.
Aparte, la competencia desleal como la leche en polvo, proveniente de Estados Unidos y hasta de algunas personas que fabrican quesos a base de polvo y no leche de vaca, disminuyendo la calidad del producto, pero a su vez, incrementando ventas por lo mismo, explicó.
Otro de los factores, es la sequía que se ha venido presentando, es decir, el año pasado fue carente de lluvias, escaseando el forraje, pero por otro lado a la caída de hielo.
El 80 por ciento de la producción de leche fluida que se junta de todos los ranchos: chicos, medianos y grandes, se emplea en la agroindustria local para la fabricación de quesos.
“Tulancingo ocupa el quinto lugar en el estado en el volumen de producción anual de leche de vaca, podríamos estar en los primeros lugares si los establos no hubieran venido desapareciendo”, argumentó.
Pero el tema es que no hay para cuando este panorama pueda mejorar, el agro está en crisis, y los que subsisten es por tradición de preservarlos, pero los insumos para mantener un establo, son cada vez más caros.