TULA DE ALLENDE, HGO.- “Yo cocino en un anafre que me presto una vecina los alimentos para mí y dos hijas que viven conmigo, durante estos días después de la inundación que ocurrió aquí en Tula y de la cual somos damnificadas y solo comemos atún, frijolitos, nopales, huevo y arroz que me regala la gente y esta situación dura no se la deseo a nadie y le doy gracias a Dios que perdí todo lo material menos la vida”.
Así lo expresó Virginia Martínez Parra, de 65 años de edad, luego de recibir ayuda alimentaria de parte de habitantes.
La mujer relató que lleva más de veinte días guisando en el anafre para sus hijas Isabel Guadalupe y María García Martínez y ella, en du domicilio ubicado en la calle Andador Quetzalcóatl, número 38, en el centro de esta ciudad.
Esto porque antes acudían pobladores e integrantes de asociaciones civiles a dejarles comida caliente a los vecinos damnificados por la inundación, pero ya no alcanzaban los alimentos para todos.