Algunos de los ríos de la región Tulancingo han sido invadidos en sus límites, lo que pone en riesgo el patrimonio y las vidas de quienes ahí habitan.

“Es cierto que no podemos parar el crecimiento urbano, quienes se han venido a vivir a estos lugares lo hacen por necesidad, pero es de manera irregular porque no cumplen con lo señalado por la CONAGUA, lo que se debe hacer es respetar el límite de los cauces, porque a fin de cuentas los afectados serán los invasores”, señaló Gregorio Valentín Soto Moreno comisariado ejidal de Ahuehuetitla.

Añadió que la Comisión Nacional del Agua, CONAGUA, determina que el espacio mínimo que se debe dejar después de la orilla de una presa para poder construir es de siete metros y medio en ambos lados, sin embargo, la realidad es otra.

“Quienes les vendieron y los que compraron incurrieron en un error, voluntario o involuntario, como haya sido, quienes fincaron, han puesto sus cimientos a un metro de la orilla, lo que no han considerado es que no se han presentado precipitaciones considerables, por lo que, si en el algún momento llegan a su límite máximo los vasos de agua, inevitablemente se verán afectados”, señaló Soto Moreno.

Ejidatarios de Ahuehuetitla, Barranca Seca, Mimila, hacen un llamado a las autoridades para que realicen una inspección y determinen cuales son las acciones a realizar para evitar daños a los cuerpos de agua y alguna pérdida humana que lamentar.