Desde hace más de 40 años, María Alejandra Gutiérrez Rojas elabora papel picado de manera artesanal, este don lo heredó de su madre Ángela Locadia Rojas Ruiz.

Señala que su curiosidad y ganas de aprender la llevaron a crear diversos diseños principalmente alusivos al Día de Muertos.

Recuerda que su madre le contó que cuando estaba sola tomaba un pliego de papel y ahí comenzaba hacer magia con sus manos. Dijo que, en su necesidad de obtener unos cuantos pesos, la llevó a dedicarse a este oficio artesanal.

Menciona que a partir de julio comenzaban con el proceso de elaboración desde la fase inicial que era trazar el dibujo para plasmarlo sobre las hojas de papel china, que servía como guía para elaborar fajos.

“Empezábamos a cortar desde julio por ratos, generalmente cuando terminábamos nuestros quehaceres del hogar, para tener todo listo para principios del mes de octubre, que es cuando vendíamos en las plazas de los pueblos, en Ferrería de Apulco, Agua Blanca, La Cruz y Palo Bendito”, cuenta.

Para Alejandra, asegura que nada es difícil sobre todo cuando lo que haces te gusta, aunque señala que se debe poner principal atención al doblez del papel para crear diseños precisos.

Dijo que las muestras que realizó su madre, algunas las perfeccionó para tener un mejor diseño, además señala que algunas de sus creaciones las elabora a mano bajo la técnica mexicana y otras con máquina de coser.

Lamenta que a partir de la pandemia dejaron de vender papel picado, además porque su madre se enfermó y tenía que cuidarla. Actualmente, dijo que sólo vende en su domicilio o cuando le llegan a pedir alguna pieza, las cuales vende a cinco pesos el pliego.

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El papel picado elaborado artesanalmente da color, vida y alegría a las fiestas populares y celebraciones, especialmente de Día de Muertos, por ello invitó a las personas a comprar diseños hechos por artesanos y no aquellos que venden en papelerías o mercados, que llevan un proceso industrial.