La Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre de la capital hidalguense, en lo que va del año, ha liberado más de 200 ejemplares que han sido rescatados del tráfico ilegal o que han sido lesionados por la cacería furtiva.
Al respecto, la guía del lugar indicó que no reciben recursos para la recuperación de estas especies: “Nosotros no tenemos nada de recursos, pero ha habido mucha gente que se ha sumado a estos apoyos y también PROFEPA ha visto cómo está la situación, tenemos el apoyo de los particulares, por ejemplo, ahorita tenemos en rehabilitación un tigrillo y hay gente que dice yo les doy dos latas de leche, la mayoría de las veces es en especie o hay algunas instituciones que nos ofrecen sus servicios como de rayos x para los ejemplares que lo necesiten”, dijo.
“De estas especies, hay algunas que sus dueños están en el proceso de recuperación de su ejemplar, son gente que contaba con la legal procedencia, con la legal factura, pero ahora solo vienen a verlos”, indicó la auxiliar.
De igual modo mencionó que aunque hay variedad de animales en recuperación, no son para atracción: “Al momento de la liberación, siempre lo grabamos, lo documentamos, pero son ejemplares que no se tienen que acostumbrar a la presencia del humano porque se van a liberar, se pueden acostumbrar a que el humano no es malo, a que les da de comer, entonces si se liberan bajo esa situación, van a ir a buscar al humano como proveedor de alimento cuando estén fuera, lo que se hace es monitorear con cámaras trampa para ver si ya están aptos para la liberación”, aseguró.
Esta unidad se encuentra al interior del Bioparque de Convivencia, donde se encuentran animales que han sido rescatados del tráfico ilegal o que han sido lesionados por la cacería furtiva, por lo que se encuentran en rehabilitación.
“Hemos liberado dentro de la unidad, alrededor de 200 ejemplares en este año, antes no se contaban con estos recintos, se han modificado, tenemos simuladores de medio ambiente natural, tenemos pino, encino, matorrales, cactáceas, para que ellos se vayan adecuando, llegan pequeñitos, entran en un periodo de incubación, de cuarentena y posteriormente se van a estos recintos para pasar por las condiciones naturales y que nosotros sepamos que pueden ser liberados”, informó la experta.
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Esta Unidad de Rehabilitación, cuenta con un búho cornudo, un zopilote negro común al que se le han hecho pruebas de vuelo, “Siempre se liberan en áreas naturales protegidas, nosotros tenemos cerca el Chico y la Barranca de Meztitlán, sino se distribuyen, como en el caso del oso hormiguero que nos llegó hace poco, se llevó hasta Huejutla que es su zona de distribución natural”, externó.