Septiembre además de dedicarse al enaltecimiento por el culto a la Biblia, también se caracteriza dentro de la fe católica por albergar a cinco distintas fiestas que se destinan a advocaciones de la Madre de Cristo e incluso una que va enfocada únicamente a la veneración de su dulce nombre.
Todo comenzó el primero de septiembre, día en que se recuerda el culto a Nuestra Señora de los Remedios, patrona de la Arquidiócesis de Tlalnepantla, en el Estado de México. Cabe mencionar que esta es la imagen más antigua de la Virgen María que se conserva en nuestro país, pues se habla de que pudo haber llegado junto con el desembarco de Hernán Cortés y su ejército conquistador, hace más de 500 años. Los españoles la trajeron como una protectora que los libraría de los peligros en el Nuevo Mundo, aunque después sería tomada por militares de los ejércitos realistas. De ahí a que también se le conozca como "La Generala".
Después siguen los festejos a María con el 08 de septiembre, día de su natividad. Esta es una de las celebraciones religiosas de orden mariano más antiguas de la historia. Su origen podría ligarse a “la fiesta de la dedicación, en el siglo IV, de una antigua basílica mariana de Jerusalén, sobre cuyas ruinas fue construida en el s. XII la actual iglesia de Santa Ana. La tradición dice que en este lugar estuvo la casa de los padres de María, Joaquín y Ana, donde nació la Virgen”, según señala el portal informativo del Vaticano. En Tulancingo, la parroquia de la Santísima Trinidad sostendrá la fiesta patronal en la Iglesia de la Natividad, de la colonia Estrella.
El 12 de septiembre se dedica al "dulce nombre" de María, es decir, a los misterios que envuelven al significado del mismo y su poder en la fe. Tal fiesta se oficializó en 1683, cuando el papa Inocencio XI así la declaró; el nombre de la madre de Cristo, según fuentes bibliográficas religiosas, puede significar "mar amargo", por la situación de amargura en que vivía el pueblo de Israel. En ese tiempo, era común que los nombres israelitas expresaran las situaciones sociales o económicas por las que atravesaban.
Para el 15 es el día patronal de la Virgen de los Dolores, también llamada Virgen de la Amargura, Virgen de la Piedad, Virgen de las Angustias o La Dolorosa. Como su nombre lo indica, está advocación hace referencia al trágico momento por el que atravesó María cuando Jesús iba a ser crucificado y tras su muerte. Su culto se extiende a través de los llamados Siete Dolores, en el que cada uno representa un episodio importante en la vida de la Virgen y su relación con la Pasión del Mesías: la profecía de Simeón que anticipaba su muerte, la persecución de Herodes a través de Egipto, Jesús perdido en el templo, María encuentra a Jesús cargando la cruz, Crucifixión y Muerte de Cristo, María recibe a Jesús bajándole de la cruz; y, finalmente, su sepultura. También en Semana Santa se le ofrece el "pésame".
La última fiesta para María en este mes es el 24 de septiembre, cuando se conmemora el día patronal de Nuestra Señora de la Merced. También conocida como Virgen de la Misericordia, su devoción y culto empezó en España desde el siglo XIII, pues según narra la historia fue en esta nación en que se apareció ante tres ilustres personajes: San Pedro Nolasco, quien fundó después la Orden de la Merced; al rey y conquistador Jaime I de Aragón; y al fraile dominico San Raimundo de Peñafort. Según se cuenta, la Virgen se les apareció a los tres en momentos separados y después sus testimonios coincidieron en la Catedral de Barcelona, donde acordaron fundar una iglesia dedicada a la misericordiosa que acoge a los cautivos y a su redención.