A seis años de la tragedia de aviación civil en los límites de Agua Blanca y Acatlán, donde un globo aerostático cayó dejando dos muertos y 12 heridos, únicamente hay permisos para vuelos anclados, en Zempoala y la región de Tulancingo, precisó la Secretaría de Turismo de Hidalgo (Secturh).
Las autoridades especificaron que no es de su competencia ni atribución otorgar los permisos, le corresponde a la Agencia Federal de Aviación Civil, en coincidencia con fuentes de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes Delegación Hidalgo, quienes agregaron que en el aeropuerto Guillermo Villasana, pueden hacer el trámite.
En la Secturh, como parte de sus funciones de promoción, comentaron que no tienen ninguna empresa de vuelos en globo registrada como para apoyarles, por lo que desconocen si haya permisos federales luego del accidente aéreo del 2016.
Lo que sí hacen es difundir los vuelos anclados de Zempoala y uno o dos municipios de la región Tulancingo, que consiste en que el globo aerostático se eleve a cierta altura, siempre sujeto por una cuerda que le impide volar libremente, únicamente “sube y baja”.
Antes de la tragedia, el ayuntamiento de Apan 2012-2016, fue uno de los municipios pioneros en promover como atractivo turístico ese tipo de viajes, en el año 2014, publicado por este diario, en ese entonces el piloto comentó que realizar un vuelo representa “no saber dónde se va aterrizar, influye el viento”, por lo que es fundamental contar con un equipo en tierra que vaya siguiendo el rumbo para estar atento al descender.
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Pero la caída accidental de uno, en marzo de hace seis años, que registró dos personas calcinadas, cinco más heridas y con quemaduras, y el resto logró saltar y ponerse a salvo, acabó con un posible negocio en auge.