En el Día Internacional del Agua, autoridades estatales informaron la herencia de una infraestructura hídrica en la zona Metropolitana de Hidalgo en pésimas condiciones, plantas de tratamiento que no funcionan y falta de potabilización.
Así lo informó el titular de la Unidad de Planeación y Prospectiva, Miguel Angel Tello Vargas, durante el Simposio Iberoamericano sobre el agua como recurso integral en los municipios.
Detalló que administraciones pasadas dejaron un serio problema con la infraestructura en la Zona Metropolitana y en diferentes municipios. El 90% de las plantas de tratamiento no funcionan por estar abandonadas, es grande la falta de potabilización, líneas de conducción obsoletas, un acueducto lamentable.
El estatus actual de la corrupción en todo lo relacionado con el agua potable está en crisis.
Ante ello, aseguró que se trabajará para solventar las carencias.
Abel Cerón San Nicolás, director general del Instituto Hidalguense para el Desarrollo Municipal (Indemun), manifestó que se necesitan soluciones científicas, pero ante todo un adecuado tratamiento social.
Dijo que uno de los principales compromisos del gobernador es proveer el acceso sostenible al agua de las y los hidalguenses, lo cual es un reto que requiere una visión de corto, mediano y largo plazo, así como la participación activa y coordinada de los diversos actores involucrados.
Respecto a las aguas residuales en el Estado de Hidalgo se han recepcionado los mayores volúmenes incuantificables a través de distintas infraestructuras hídricas, de tal forma que en el siglo XX se puso al servicio el Emisor Central para desalojar en promedio 35 mil litros por segundo y su mayor parte tratados en la planta de Atotonilco de Tula.
En el siglo XXI, se concluye el túnel del Emisor Oriente de 62 kilómetros de longitud que desaloja aguas residuales como pluviales hacia Hidalgo, “si bien es cierto que estas aguas negras llegan al Valle del Mezquital alrededor de 50 mil toneladas de Nitrogeno y aproximadamente 20 mil toneladas de fosforo, conteniendo cantidades considerables de gas metano, amoniaco y metales pesados con sus correspondientes riesgos de salud pública.
También constituye la reserva acuífera más grande de la megalópolis y la alternativa más viable para reciclar y potabilizar agua que abastezca a uno de los conglomerados humanos más densos del planeta”.
Precisó que son más de 400 años de recibir las aguas residuales del país que benefician a más de 100 mil hectáreas con su riego.
Esto “ha propiciado la recarga del Valle del Mezquital, particularmente en la zona de los distritos de riego, de tal suerte que su capacidad de extracción limitada se estima en más de diez metros cúbicos por segundo que mediante su potabilización podrían abastecer los requerimientos de la zona metropolitana de Hidalgo y de numerosos municipios del Estado de México, incluyendo la zonas industriales y áreas del Aeropuerto Internacional Felipe Angeles (AIFA)”.