En Hidalgo el 35.8 por ciento de la población que sabe leer ni escribir reconoció no haber leído algún libro durante el año pasado, mientras que el 64.2 por ciento leyó por lo menos algún material impreso durante la anualidad pasada, de acuerdo con el Módulo Sobre Lectura que elaboró el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El reporte federal reveló que se presentó una reducción de cinco puntos porcentuales son respecto al nivel de lectura que se había presentado en la entidad durante 2020, cuando comenzó la pandemia de Covid-19, razón por la cual el estado se ubicó entre las regiones con la menor cantidad de material bibliográfico leído.
De acuerdo con el Módulo Sobre Lectura, entre las personas que leyeron el año pasado, el 41.8 por ciento lo hizo en libros, mientras que las páginas de internet representaron el 39.4 por ciento, las revistas el 21.7 por ciento, los periódicos el 17.8 por ciento e historietas el 4.6 por ciento.
La lectura de periódicos disminuyó 31.6 puntos porcentuales entre 2020 y 2023, al pasar de 49.4 por ciento a 17.8 por ciento en el promedio general, por lo cual la mayoría de las personas alfabetas transitó hacia los textos digitales, principalmente en teléfonos celulares, computadoras y tabletas.
Así, desde 2015, el número de lectores ha caído en México, principalmente entre los varones, quienes representaron personas de entre 18 y 35 años de edad, mientras que en las mujeres la caída en cuanto a lectoras ha sido ligeramente inferior, aunque depende del nivel de estudios, pues quienes leen más de un libro al año en su mayoría son mujeres.
Al respecto, Javier Gómez, promotor de lectura independiente en el Altiplano, señaló que las autoridades municipales, estatales y federales no han ejecutado políticas públicas para atender esa situación, ya que la mayoría de las personas no acuden a bibliotecas y las existentes se encuentran semi vacías.
Aunque los hábitos de lectura se han modificado en los últimos años, el gestor cultural refirió que los jóvenes principalmente optan por consumir contenidos audiovisuales en redes sociales, por lo cual cada vez leen menos y por ello sus niveles de comprensión lector son más deficientes.
Asimismo, lamentó que en las escuelas cada vez tienen que leer menos, pues los docentes optan por otros formatos, lo que deteriora su capacidad cognitiva que debe fortalecerse en las aulas, aunado a que la mayoría de las personas que leen algún libro lo hacen por obligación escolar o profesional, pero la minoría sólo lo hace porque tiene el interés de hacerlo.
Expuso que es entre los seis y nueve años de edad, en los cuales se puede fomentar el hábito de la lectura, principalmente entre quienes cuentan con estudios de nivel básico, por lo cual comentó que en la medida en que sea más grandes las personas menores será la probabilidad de que puedan convertirse en lectores frecuentes por decisión personal como ocurre en países con mayor nivel de desarrollo económico y cultural.
De la misma manera, manifestó que las autoridades municipales, estatales y federales deben optar por fomentar el hábito de la lectura entre las personas jóvenes y los infantes, ya que con ello se podrá convertir en una característica recurrente de las personas que son amantes de la lectura.