Hidalgo es de los estados que cuentan con más Pueblos Mágicos en el país, pero también destaca en los Pueblos con Sabor, que es un distintivo ganado a pulso por su excelente gastronomía, la mezcla de ingredientes, el tiempo de cocción y la sazón personal son elementos infaltables de las cocineras y cocineros de estos lugares.
Por ejemplo, en Zempoala, este municipio se ubica a 26 km de Pachuca y a 83 km de la CDMX lo que lo hace un destino cercano y para “dominguear” como comúnmente se dice, llegas y puedes visitar la llamada Hacienda Casa Grande que es una construcción que en su momento se dedicó a la venta de abarrotes y panadería y también era mesón.
En lo gastronómico se puede hablar de un platillo “raro” como lo es la sopa de nopalachicle, esta sopa lleva corazón de nopal o pulpa, cebolla, orégano jitomate cilantro y aceite y se acompaña con queso.
Otra de las regiones con un amplio espectro gastronómico es Calnali, municipio enclavado en la Sierra hidalguense a tres horas de la capital y con clima cálido-húmedo, la variedad de platillos es significativa y quizás lo primero que nos viene a la mente son las enchiladas con cecina, sin embargo, existe uno que sale de lo convencional.
Estamos hablando del tlapanilli que es una especie de mole, pero con menos ingredientes, aunque no menos sabor. Este guiso contiene frijol, negro de preferencia, aunque puede llevar distintos tipos, hoja de aguacate, masa de maíz rebajada con agua, especies, chile verde, sal y pimienta y es muy apreciado por los habitantes de la zona serrana.
Finalmente, que tal una sopa de manzana en Omitlán, un platillo con mucho sabor como para un día frío, clima que prevalece esta zona cercana a Pachuca, el sabor característico de la manzana, su consistencia y textura son los protagonistas de este suculento plato.
Para muchos pareciera postre, pero se trata de un platillo principal en toda la extensión de la palabra ya que su elaboración es con base salada que contrastará con lo dulce del fruto, esta combinación resulta peculiarmente agradable al paladar por lo que si uno visita Omitlán no debe perdérsela.
Por cierto ya que andamos en este municipio el mole de cahuiche no debe faltar, muy conocido por esta frutilla parecida al capulín o a la mora.