Aunque producto de una leyenda cubierta en tragedia, es innegable el profundo significado que guarda el Callejón del Beso que se encuentra en Guanajuato Capital, motivo e inspiración para canciones, películas, historias literarias y evidentemente es uno de los puntos de mayor atractivo en las callejoneadas. típicas de este destino.
Sin embargo, en Hidalgo y específicamente en uno de los municipios de la Sierra Otomí-Tepehua también existe un lugar que recibe el mismo nombre y que además es punto idóneo para las citas entre enamorados de todas las edades. Es en Acaxochitlán, Pueblo Mágico, donde se aloja el Callejón Hidalguense del Beso.
Llamado originalmente como Callejón del Río, se encuentra a unos cuantos pasos de la explanada principal de la cabecera municipal, subiendo por la calle de Iturbide estarás en la boca del callejón a escasos dos minutos de caminata. Lo identificarás rápidamente, porque en la esquina superior de la construcción color rojo que está en la esquina, hay una placa que dice “Callejón del Beso”.
“Hasta aquí llegan muchas parejas buscando un poco de privacidad para expresar su amor a través de un besos y quizás un poco más”, cuenta el cronista vitalicio del municipio, Arturo Castelán Zacatenco.
Con una longitud corta pero atractiva a la vista, en una de sus paredes, reposan desde hace varios años, una colección de pinturas murales que expresan las tradiciones agrícolas así como mesoamericanas del pueblo de Acaxochitlán, obras de arte hechas por manos de estudiantes de bachillerato de la escuela preparatoria Nicolás García de San Vicente.
Justo a la mitad de la callecita, en una de los ventanales que dan para el callejón, hay rótulos de la tienda tradicional de vinos “La Herencia del Abuelo”, sitio donde hasta el día de hoy puedes acudir para comprar los licores que se preparan en la demarcación, de entre los que destaca el acachul, por ejemplo.