El Primero de Mayo, “abuelo” de los mercados públicos en Pachuca, cumplirá 97 años. Gracias a sus locatarios, este centro de abasto día a día da la batalla, lo mismo a grandes centros comerciales que tiendas de conveniencia, tan de moda en estos días.
En sus casi cien años, sus pasillos han sido recorridos por millones de personas, lo mismo mineros que antes o después de su jornada se daban una escapadita para mitigar hambre o sed, así como los actuales trabajadores de diferentes sectores, o amas de casa que prefieren la frescura y buen precio de los productos.
Hoy sus más antiguos locatarios son perfectamente identificables como el yerbero Don Juan Montiel Ortiz, a quien se le conoce como el "Brujo Mayor"; a Don Francisco Quintanar Macías, alías “El Cono”; a doña Margarita Arenas Granados o la pescadería Rocamar y a la carnicería La Petunia, por cierto, de las primeras en la capital hidalguense.
ROCAMAR, TRADICIÓN DE CUATRO GENERACIONES
Sin duda, Rocamar es una historia viviente, pues en marzo de 2027 el negocio cumplirá ¡100 años! y parece ser que la pachanga será en grande. Posiblemente se festeje públicamente en Plaza Constitución con todo un repertorio de grupos y gran comilona.
Actualmente es atendido Sinuhé González Pazarán, quien es el dueño y cuarta generación que la atiende. Platica que antes de la fundación del mercado en la calle se ponía una especie de tianguis y su bisabuelo Senén González aprendió el oficio de la venta del pescado cuando estuvo viviendo en España.
Al regresar a Pachuca, colocó el puesto y cuando se construyó el mercado, en junio de 1926, adquirió dos locales con Rocamar, siendo ya una pescadería de tradición. Luego paso a manos del abuelo Lucio González, éste a su hijo, también con el nombre de Lucio, y ahora Sinuhé junto con su esposa Michelle Monroy. Él es abogado y a quien lo conocen en el Primero de Mayo como “El Pollo”.
LA TORTILERÍA YA NO DA PARA MÁS
“El Cono”, Don Francisco, tiene 78 años, 72 de ellos en el negocio “El Diamante”, antes una tortillería y hoy una tienda de abarrotes que conserva los muebles viejos. Su papá Santiago Quintanar González, proveniente del Agostadero, Estado de México, fue quien lo introdujo en el oficio de comerciante.
Hace 25 años es una tienda de abarrotes, porque la tortillería ya no daba para más. Toda su vida en el mercado, donde conoció la camaradería.
TAMBIÉN HAY HIERBAS, CHÁCHARAS Y CARNITAS…
Don Juan Montiel vende hierbas curativas, tiene 76 años y a los 25 empezó a venderlas gracias a las enseñanzas de su bisabuela Josefina Gómez Munguía quien fue la primera en venderlas, primero en las banquetas, luego en el mercado.
Doña Margarita tiene 68 años, de los cuales 48 vende en el mercado, empezando con el giro de ropa usada y, ahora, de chácharas. Ella es el látigo de los inspectores, porque luego no la dejan trabajar en la calle, porque además del local, también tiene un puesto semifijo.
De la carnicería La Petunia fue fundador Víctor Chávez Chávez, quien junto con su hijo de mismo nombre introdujo ganado de la Huasteca y Veracruz al rastro que se encontraba en la calle Arista. Ahora son los bisnietos quienes la administran.
El mercado fue inaugurado el 1 de mayo de 1926 por el entonces presidente Plutarco Elías Calles.
En 1938 quedó reducido a escombros por un incendio, destruyéndose totalmente su hermosa fachada.