“Hongos son la carne que da la tierra”: nanakatera Cristina de Acaxochitlán

Conocido popularmente como “Hongosto”, el octavo mes del año se caracteriza por ser el punto climático de la temporada fungi en la región de Acaxochitlán y municipios aledaños

Octavio Jaimes | El Sol de Tulancingo

  · jueves 3 de agosto de 2023

Las nanakateras, término proveniente del náhuatl nanakatl (hongo), se dedican a la siembra y recolección de hongo a través de técnicas tradicionales que se heredan de forma generacional. / IVET PASQUEL

La acaxochiteca Cristina Martínez Cruz, originaria de la localidad de Los Reyes, es una de los exponentes de mayor referencia cuando se habla de la cocina tradicional del Pueblo Mágico de Acaxochitlán. Con firme orgullo, Cristina cuenta que desde niña, su madre y abuela la inculcaron para explorar la técnica de la recolección de hongos en campo silvestre, un oficio que tiene un nombre particular, proveniente del náhuatl: “nanakatera”.

“Estoy muy orgullosa de estos conocimientos, los hongos son la carne de la tierra”, comentó al respecto. Asimismo, contó que con 49 años de edad, lleva al menos 41 de ellos en la recolección de hongos. En sus palabras, “me enseñaron que (los hongos) tienen muchas virtudes, no solo gastronómicas, también medicinales”. Y es que aún existe mucha gente que piensa que comer este peculiar platillo puede ser tóxico para las personas, aunque doña Cris difiere con eso.

En su experiencia, reconoció que sí hay hongos que incluso te pueden llevar a la muerte, aunque hay “muchísimos tipos” que se dan en Acaxochitlán tales como la yema, el champiñón, la seta, entre otros, que suelen prepararse de forma tradicional en una amplia variedad de platillos endémicos de la región.

Con la temporada de lluvias que comienza, los prados y montes del mencionado municipio se vuelven el principal punto de extracción para “este regalo de la Madre Tierra”, como los define ella. Así como sus antecesores le enseñaron, ella ostenta ahora la responsabilidad de transmitir sus conocimientos con las generaciones venideras, a través de recorridos en campo a su cargo en donde no solo muestra en dónde crecen los hongos, también los cocina de forma tradicional usando leña y molcajete, con ingredientes que se cosechan en Acaxochitlán.

Aunque también en estas épocas es común ver en redes sociales que no hay mejor momento para experimentar viajes “astrales” con hongos alucinógenos, Cristina señala determinantemente que ella no promueve esas actividades lúdicas. La razón que precisa es que entre las especies fungi abundan algunos ejemplares peligrosos, los cuales si no se consumen adecuadamente, son mortales: “vienen a veces a verme muchachos de universidad, son muy atrevidos. Yo no quisiera comprometerme a eso”, concluye.