Honran a los fallecidos de Tlahuelilpan

Decenas de deudos siguen viviendo con sufrimiento; ayer, en la zona cero, hubo misa para las víctimas

César Martínez

  · jueves 19 de enero de 2023

El párroco Marcelino Valdés Tovar presidio la santa misa, ayer en la tarde. / César Martínez.

TLAHUELILPAN, HGO.-Nos reunimos en el lugar donde sucedió la tragedia hace cuatro años para recordar a nuestras hermanas y hermanos difuntos que muchos quedaron aquí en esta tierra y cuyos deudos ahora viven con dolor y sufrimiento suplicando consuelo y esperanza y luego de varios años pareciera que apenas fue este hecho trágico.

Algunos habitantes han tratado de seguir con sus respectivas vidas y no siempre ha sido fácil y por ello es tiempo de abrir el corazón e ir sanándolo a pesar de cargar la cruz. Sus seres queridos no han muerto sino se olvidan en el corazón y oren por ellos para sentirlos cerca y pídanle a Dios que los reciba en su reino celestial y tenga misericordia para que descansen en paz.

En esos términos se expresó, ayer en la tarde, el párroco Marcelino Valdés Tovar al oficiar la santa misa en honor a los cientos de occisos que dejo una explosión e incendio ocurrido el pasado día 18 de enero del año 2019 en un ducto de Petróleos Mexicanos (PEMEX) que atraviesa por un terreno en la comunidad San Primitivo con límites con el vecino municipio de Tlaxcoapan.

A la celebración eclesiástica luctuosa acudieron cientos de pobladores de diversos municipios de esta región, entre ellos Tlahuelilpan, Tlaxcoapan, Tezontepec de Aldama, Atitalaquía, Tetepango, Ajacuba, Tula y Atotonilco de Tula.

El religioso aseguró que el enfermo no sana sino habla y tiene que buscar ayuda y con la palabra de Dios escrita hace más de dos mil años quiere dar alegría a su pueblo.

“La carta de hebreos es inspirada por Dios para no desistir en pruebas que hay en la vida y no dar marcha atrás en la fe. Jesucristo murió y resucitó y es signo de esperanza por lo que se debe renovar y reavivar nuestras vidas y los años no pueden curar el dolor y sufrimiento de muchos habitantes de esta región, sin embargo, hay que aprender a asumirlo y tener conciencia clara de quienes somos ante Dios” mencionó el párroco católico.

Mientras que el director de gobernación de la región Tula, Efraín Pedraza Cruz y el alcalde del municipio de Tlaxcoapan, Jaime Pérez, dieron las condolencias a familiares de las ciento treinta y siete personas fallecidas que dejo el siniestro ocurrido hace cuatro años en la llamada Zona Cero.

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Coincidieron en mencionar que no hay día en que no pase el dolor para los deudos de las víctimas, sin embargo, deben aprender a vivir con ello.

Antes de comenzar la santa misa celebrada minutos antes de las cinco de la tarde de ayer, varios deudos de las víctimas de la explosión e incendio dejaron flores y limpiaron los sepulcros donde descansan los restos de sus seres queridos en la llamada Zona Cero.