La secretaría de Salud (Ssa) informó que, de acuerdo con los resultados de diversos estudios, existe una asociación entre el horario de verano y el aumento de infartos cardíacos, especialmente en la primera semana después de realizar el cambio, además de que se le asocia al aumento de depresión e ideas suicidas.
Los posibles mecanismos que influyen en el aumento de infartos después de la primera semana de aplicarlo, señaló, son la privación del sueño, la desalineación circadiana y las condiciones climáticas.
“Los humanos contamos con un reloj biológico que se encarga de regular las funciones de diferentes proteínas y órganos desde la vida fetal”, precisó.
La dependencia federal señaló que la desincronización con el ambiente altera el orden temporal interno causando problemas físicos y mentales.
Informó que entre los efectos adversos al cambio de horario se encuentran síntomas psicoemocionales y psico psiquiátricos, y por ello es que la depresión e ideas suicidas aumentan.
Dichos problemas se presentan más en los días posteriores al cambio de horario.
El estudio revela que los adultos necesitan de tres a siete días para adaptarse al cambio de horario, mientras que la población infantil requiere más tiempo.
La Ssa informó que el inicio del horario de verano afecta el sueño y la vigilia de los adolescentes, lo que resulta en un aumento de la somnolencia diurna, aconsejan un horario sin cambios y recomiendan mantener el horario de invierno de forma permanente, en especial para niños y adultos mayores.
El horario de invierno promueve un ritmo biológico más estable, esto como consecuencia mejora el rendimiento intelectual y ayuda a disminuir enfermedades del corazón obesidad, insomnio y depresión.
También te puede interesar: Revisan arranque de construcción del Hospital del IMSS Tula
Finalmente, dio a conocer que el horario de verano es una práctica que se utiliza en varios países y consiste en adelantar el reloj una o dos horas los meses con mayor insolación (de abril a octubre), este horario permite aprovechar más la luz del día para realizar diversas actividades, ya que el amanecer y el anochecer ocurren más tarde permitiendo un periodo adicional de luz solar por las tardes y así lograr un menor consumo de energía eléctrica y de los combustibles que se utilizan para generarla.