La iglesia católica recordó que durante todo el mes de noviembre se ora por las ánimas del Purgatorio, por lo que explicó que éste, no es propiamente un lugar, sino un proceso que prepara a las almas para poder entrar al Cielo.
La tradición de rezar por los difuntos se remonta al Antiguo Testamento y hoy en día lo hacemos cuando el ser querido deja este mundo terrenal, cuando cumple meses o años de muerto y cuando se le espera para la celebración de Día de Muertos.
Sin embargo, se instó a los fieles católicos a llevar a cabo esta acción con regularidad, ofreciendo indulgencias, Rosarios y homilías en honor a todas ellas, con la finalidad de ayudarlas en lo que trabajan su imperfección y para que puedan entrar al Reino de los Cielos.
La parábola de Mateo capítulo 22, versículos de 1 al 14, refiere que un rey invitó a todos a su banquete y corrió al que no llevaba traje de fiesta, lo cual se asemeja a las almas que no pueden entrar a la fiesta del Señor hasta ser purificadas.
Santa Gertrudis la Grande, es conocida por su devoción a las almas del Purgatorio debido a que fue una de las tantas personas que recibió revelaciones de Jesús y diversas gracias a través de las ánimas, por lo que los creyentes también se apoyan en ella para orar en favor de sus seres queridos.