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APAN, Hgo.- Fundada por el obispo Juan de Zumárraga, la parroquia de La Asunción y Sagrado Corazón de Jesús, fue construida en el año 1540 y consagrada en 1546, por lo que es considerada como una de las más antiguas del estado, su importancia radica, de acuerdo al reporte de iglesias y parroquias de la Secretaria de Cultura, en que fue uno de los cuatro centros de predicación de la llamada Custodia del Santo Evangelio.
La parroquia tiene una superficie de diez hectáreas y está ubicada sobre la calle Lauro L Méndez Oriente, a escasos metros del Ayuntamiento local.
La iglesia está dedicada a Nuestra Señora de la Asunción y al Sagrado Corazón de Jesús y cuenta con una capilla, una sala de reuniones, una biblioteca y un jardín.
Una de las características que hacen especial a este complejo tiene que ver con algunos de sus muebles, pues aún conserva una mesa de una sola pieza de la época barroca, además de diversas pinturas al óleo sobre tela.
Con base a datos históricos, a mediados del siglo 18 el virrey de la Nueva España don Luis de Velasco, ordenó la construcción de este convento apanense, cuya edificación se caracteriza por un medallón central el cual está rodeado por un cordón franciscano.
Dentro de este marco se hallan tres círculos que son emblemas de la orden: el de la izquierda es una cruz floreada, el de la derecha los dos brazos cruzados sobre los que se alza la cruz, y en el centro un medallón dedicado a san Francisco.
Por lo que refiere al portal de acceso, el cual se localiza a la derecha de la fachada principal ha sido reconstruido en diversos momentos y cuenta con un mirador en la planta alta el cual es semejante al del convento de Actopan y al de la hacienda de Baños.
Entre las pinturas más destacadas con las que cuenta esta edificación es la denominada como: “Sueño de San José”, donde en uno de los ángulos aparece una firma y fecha, “Juan José Rodrig. Fecit año “.
A través de los años el claustro ha sido reconstruido, proceso durante el que se le han agregado columnas en las zonas oriente y norte; sin embargo, preserva la belleza con la que fue construido.
