Ante la ola de violencia que se vive en el país y en el estado, el arzobispo de Tulancingo, Monseñor Domingo Díaz Martínez confió en que la nueva administración que será encabezada por Julio Menchaca Salazar refuerce las estrategias de seguridad y ofrezca los resultados a favor de concluir con las acciones que están detonando la inseguridad y la violencia.
Compartió que es necesario que los gobiernos se den cuenta de la realidad que se vive en el país y en el estado y escuchen las demandas de la gente que está cansada de vivir este tipo de situaciones.
Díaz Martínez, puntualizó que tal parece que los gobiernos están ciegos, ya que no se dan cuenta de que, “hay mucha pobreza, hay muchos levantones, muchos muertos y muchos desaparecidos. Estamos invadidos de violencia”.
Lamentó que el gobierno federal este callado ante los acontecimientos de violencia que han sucedido, por lo que señaló que una de las peticiones de la iglesia es que implementen nuevas y eficaces estrategias para pacificar al país.
“Hace cinco años hablaba el presidente sobre la violencia, las cifras y ahora está callado, le pusieron tapabocas en lugar de cubrebocas, y es por eso que le vamos a pedir a Cristo por estas personas, que no se callen, que digan la verdad, que se acabe esta situación”, manifestó.
Destacó que desde la iglesia están promoviendo dos acciones para aportar a la no violencia activa, que es orar y evangelizar, “estamos orando, pero también estamos intensificando la evangelización con los infantes, los jóvenes, los padres de familia, con toda la gente”.
Ante la incertidumbre que se vive por los hechos violentos, mencionó que el llamado a los fieles católicos es a orar para pedir por la paz del estado y del país.
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Por último, confió en que el gobernador electo Julio Menchaca Salazar, “sea un mejor gobernador y haga cosas más grandes y mejores para el bienestar de las familias hidalguenses”.