La sequía que se vive en el estado y el país es una situación que afecta al ganado, lo que provoca que comiencen a morir poco a poco por la falta de forraje y agua, informó Arianeth Soto Sampayo, quien se dedica al cuidado de ganado.
Destacó que el impacto de las condiciones de sequía es que hay una reducción del alimento disponible y posteriormente se refleja en el peso de cada ejemplar.
Mencionó que la zona donde vive es muy árida, por lo tanto, tiene que sacar a pastorear a su ganado para que se alimenten y para que también beban agua en un río que se encuentra cerca, pero ante la escasez y la contaminación, lo que ha ocasionado que nueve borregas se le hayan muerto.
“Desde diciembre a la fecha se me empezaron a morir mis borregas por la sequía porque no hay que coman, solo hay un poco de forraje y pues nos han dicho que eso también les hace daño”, lamentó.
Destacó que los animales que cuida son para tener un extra de dinero, pero ante la situación crítica por las condiciones climatológicas de sequedad, lejos de tener ganancias han tenido muchas bajas.
Compartió que compran y venden ganado en la región, pero debido a que tienen un peso muy bajo no las han podido vender, “por lo mismo de la sequía están flacas y enfermas, nos está afectando bastante”.
Lamentó que la severa sequía haya causado estragos en el sector ganadero, ya que es común que les aparezcan enfermedades principalmente por la falta de vitaminas y de nutrientes esenciales para mantener la condición corporal.
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Dijo que a diario saca a pastorear al ganado de diez de la mañana hasta el mediodía para que se le alimenten del forraje, después los mete a su corral en donde “le echamos otro poco de zacate con maíz molido”.
“Estas tres horas en el sol sin comer para tener algo y que se estén muriendo como que no vale la pena, te desanimas”, compartió.