Un par de Incensarios Teotihuacanos encontrados en la comunidad de Santa Ana Tzacuala son expuestos en el Museo Arqueológico de Acaxochitlán, luego que en 1996 los descubrieranen la obra de construcción del tramo “Santa María Asunción - Tejocotal”, de la autopista México Tuxpan, que atraviesa el municipio de Acaxochitlán.
Los arqueólogos Angélica Oviedo, Delfino Pérez Blas y Julio Berdeja llevaron a cabo recorridos de superficie, en los que localizaron 23 sitios prehispánicos, de los cuales más de la mitad son Teotihuacanos.
En el rancho Tzacuala, cerca de la cabecera municipal, se inició la excavación al lado norte de un muro que delimitaba a un piso de estuco, y un poco antes de concluir la jornada de trabajo, se descubrió una ofrenda que causó gran expectación: fueron hallados dos incensarios ceremoniales teotihuacanos de barro y un vaso cilíndrico con soportes almenados.
Los incensarios tienen base en forma de reloj de arena; en la parte estrecha, en la unión de los dos conos se encuentran colocadas verticalmente, orejas con un disco central al pastillaje, y donde debería ir la nariz, aparece una nariguera cuadrangular plana, es decir, las bases de estos incensarios sugieren un rostro humano.
Al frente se encuentra el rostro de un personaje que ostenta orejeras discoidales y lleva tanto una banda labial como un collar, en la frente tres discos, está enmarcado por un gran tocado formado por discos y plaquitas simbólicos modelados, entre los que destacan: dos discos que pudiera representar las antojeras de Tláloc, el dios de la lluvia, y cabezas de búho a los lados.
El otro incensario también es de base bicónica, pero la chimenea es cónica alargada que termina en la parte superior en forma de una flor de cuerpo globular y corola acampanada, decorada con elementos marinos moldeados, como conchas y caracoles aplicados antes de la cocción.
Estas piezas son uno de los atractivos de este museo en Acaxochitlán, junto a la pieza llamada “Señor Amarillo”, que son visitadas por turistas todos los fines de semana.