Judith Erika Moctezuma Montaño, profesora investigadora del Área Académica de Derecho y Jurisprudencia de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), aseguró que la iniciativa presentada en el Congreso del Estado de Hidalgo con respecto a la violencia ácida, representa “un gran paso”, para contribuir a la erradicación de la violencia.
La académica, aseveró que esta propuesta busca reformar la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia estatal y el Código Penal estatal, al imponer una pena de ocho a doce años de prisión por ataques con ácido, sustancias químicas o corrosivas y aseveró, se alcanzarán hasta los 30 años de prisión cuando sean considerados tentativa de feminicidio.
En este sentido, mencionó que los registros en el ámbito mundial de Acid Survivors Trust International (ASTI) revelan que el 80 por ciento de las víctimas de ataques con ácido son mujeres y que un 85 por ciento de los atacantes son hombres, quienes tuvieron algún tipo de relación con las agredidas.
Al respecto, la Fundación Carmen Sánchez dio a conocer que en el 96 por ciento de los casos que tienen documentados, no hay sentencia contra los presuntos agresores y que, en su mayoría, las víctimas tenían entre 20 y 30 años de edad.
También enfatizó que este tipo de violencia busca castigar o vengarse de las mujeres a través de la desfiguración de sus rostros, provocando una discapacidad u ocasionando la muerte de las víctimas. Además, puntualizó, las sobrevivientes ven afectadas su salud mental, así como sus relaciones laborales y sociales.
La abogada Garza enfatizó la importancia de que las iniciativas presentadas en los congresos estatales y federal deben incluir la creación de un fideicomiso para las víctimas de los ataques con ácido, con el fin de que reciban no solo los tratamientos quirúrgicos y estéticos necesarios, sino también el apoyo indispensable para recuperarse.
Por último, detalló que, Hidalgo existe el registro de tres casos de ataques con ácido, sustancias químicas o corrosivas en los municipios de Pachuca de Soto, Molango y Tulancingo de Bravo, además de que se considera ataques a los realizados con ácido, álcalis, sustancias químicas, corrosivas, cáusticas, irritantes, tóxicas, inflamables, líquidos a altas temperaturas o cualquier otra sustancia que pueda provocar lesiones internas, externas o ambas