La inmunidad por la vacuna se pierde entre los cuatro y seis meses sobre todo en los adultos mayores de 60 años de edad, por lo que es importante que en ese periodo de tiempo se aplique la dosis de refuerzo para evitar que los pacientes presenten enfermedad sintomática o tengan una enfermedad grave por Covid-19 que requiera hospitalización y muerte.
Así lo informó José Domingo Casillas Enríquez, subsecretario de Servicios de Salud de la Secretaría de Salud estatal, quien refirió que en el interés científico del estado de conocer qué pasa con la población vacunada se hizo un estudio.
Casillas Enríquez, detalló que en el estudio evaluaron a cinco mil 206 personas vacunadas de los diferentes grupos etarios, desde los 18 años en adelante, en donde obtuvieron resultados relevantes.
Explicó que de los cinco mil 206 evaluados, un total de mil 244 fueron adultos mayores, por lo que detectaron que los pacientes de 60 años y más, a los 5.8 meses perdían la eficacia de la protección dela vacuna contra la enfermedad grave.
“Es decir, personas de más de 60 años que tenían 5.8 meses o más de haberse vacunado, en este estudio, iban al hospital por enfermedad grave. Eso coincide mucho con la literatura actual científica, en donde se dice que el refuerzo se tienen que poner de cuatro a seis meses sobre todo en este tipo de paciente”, enfatizó.
Dentro del estudio se siguió la eficacia de algunas vacunas, por lo tanto, reveló que los biológicos que perdían más rápido inmunidad o capacidad de brindar protección a las personas son los de la farmacéutica AstraZeneca y CanSino.
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“Son las que más rápido pierden inmunidad, pero eso no quiere decir que son malas vacunas, protegen muy bien hacen su trabajo, pero son las que más rápido caen en cuanto al tiempo de protección”, destacó.