Con el propósito de reducir riesgos de inundaciones y contribuir a garantizar la integridad física y patrimonial de los habitantes del Valle de México y Tula, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y los gobiernos de la Ciudad de México y del Estado de México trabajan en el Protocolo de Operación Conjunta del Sistema Hidrológico del Valle de México y Cuenca del Río Tula.
En la revisión de avances, el director general de la Conagua, Germán Arturo Martínez Santoyo, precisó que en el protocolo se establecen acciones coordinadas y medidas necesarias para mejorar la operación del sistema primario del drenaje del área metropolitana del Valle de México, considerando por primera vez, su aplicación para el Valle de Tula.
Asimismo, dijo que para la dependencia federal, una de las tareas fundamentales es velar por la seguridad de las personas y su patrimonio, principalmente ante los efectos del cambio climático.
Germán Martínez reiteró que es fundamental que la información sobre las lluvias y escurrimientos se haga llegar a la población, mediante Protección Civil (PC), con el fin de que se tomen las medidas necesarias para reducir los riesgos e hizo un exhorto a la población a estar atenta a la información que emite el SMN, para tomar acciones ante lluvias críticas.
Aunque este protocolo se aplica anualmente, mediante el Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM) de Conagua, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) y la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), en esta ocasión y por primera vez, se incorpora al Valle de Tula e infraestructura recién construida.
Mientras que el subdirector general técnico de Conagua, Humberto Marengo Mogollón, explicó que durante la época de lluvias, en las cuencas del Valle de México e Hidalgo se tienen respuestas diferentes de los escurrimientos lo que representa complicaciones técnicas especiales para su desalojo.
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Por ello, citó, ha habido un intenso trabajo de coordinación entre autoridades de las entidades involucradas y los tres órdenes de gobierno, con la finalidad de establecer una estricta operación técnica enfocada a reducir los riesgos para la población.