Jóvenes sufren el precio de ser universitarios

Estudiantes viajan cada semana desde Tulancingo y alrededores a Pachuca, sede de varias instituciones de educación superior

Octavio Jaimes

  · lunes 7 de noviembre de 2022

Estudiantes parten a Pachuca en busca del sueño universitario. / Foto: Jafet Terrazas

Como todos los domingos, Lidia sale de su casa a las cinco o seis de la tarde. Lleva en sus manos dos maletas, una de cada lado. En su espalda carga una mochila, repleta de libros, carpetas y una computadora. Además de eso, su madre le dió una bolsa de tela, de esas del súper, donde lleva varios envases de yogurt o crema con comida. Estas provisiones deberán rendirle, al menos, tres días para que no tenga que gastar en comida de la calle.

Se dirige al paradero de autobuses, que no le queda lejos y por eso se va caminando. Ella vive en la colonia Nueva Morelos, en Tulancingo, muy cerca de la central de autobuses. Su madre, una mujer de 60 años y comerciante en tianguis y mercados de la zona, la acompaña para despedirla y darle su bendición. Ahí, en el paradero de la Plaza del Vestido, hay al menos 20 jóvenes, hombres y mujeres, cargando así como ella varias maletas y esperando el transporte.

Se suben al camión, que les cobra 30 pesos a Pachuca (o 25 si el chófer está de buenas y aplica el descuento de estudiante) y llegan al siguiente paradero: el del Seguro. Aquí se suben otros 20 enmochilados. Así seguirá el trayecto hasta la famosa Preferida, donde arribarán otros 15 o 20, que obviamente ya no caben y se van parados. Esta es la historia de todos los autobuses de la zona los domingos por la tarde.

Y es que aunque suena romántico, la realidad es que este viaje semanal implica un despliegue de ingresos que alcanza casi los 20 mil pesos semestrales por cabeza, dependiendo, por supuesto, el estilo de vida de cada quien y sin contemplar gastos extraordinarios de salud o vestimenta, tampoco colegiaturas.

Lidia renta un cuarto modesto en la colonia popular Plutarco, en el que le cobran mil 300 pesos mensuales. Además de este gasto, debe contemplar al menos 80 pesos diarios que destina a transportes, comida o gastos que se presenten en la escuela. Estudiante de la Autónoma de Hidalgo de noveno semestre y en pleno ejercicio de su servicio social, debe usar combi o camión porque el transporte gratuito que ofrece la Universidad no pasa cerca de ahí.

Es decir: a la semana, mínimo gasta 400 pesos en transporte y comida, que subsana vendiendo dulces en contratiempo para no perder clases. Aunque pueda sonar sencillo, ella argumenta que tiene un estilo de vida apretado puesto que no recibe dinero de su madre y todos los medios para mantenerse en la escuela debe buscarlos ella.

"Está difícil, la comida de mi mamá me rinde tres días pero comiendo una vez al día. Como ando todo el tiempo en la calle, me da hambre y debo gastar pero si compro en una fonda ya se van 65 o 70 pesos, así que mejor me compro para hacer tortas así en la calle no me compro nada.", relató en entrevista.

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En este modelo, sin gastar más que lo necesario y sin paseos, actividades recreativas o culturales con costo extra, los gastos mensuales por estudiar la universidad son de poco menos de 3 mil pesos, cifra que bien puede variar dependiendo las condiciones de cada quien.