Durante la misa principal de San Judas oficiada en el templo de La Morena en Tulancingo, el arzobispo de la Arquidiócesis, Domingo Díaz Martínez, aseguró que la justicia sigue igual de endeble que en los tiempos del apóstol de Jesucristo, pues desde el primer siglo de nuestra era se viven tiempos de violencia e injusticia.
Con una asistencia de al menos 600 feligreses, Díaz remarcó la importancia para buscar al Mesías en cualquier ámbito de la vida y “dejar que su presencia entre en el corazón”, lo cual permitirá que la misión de Judas Tadeo se cumpla. Abogó, también, por la cruzada para dar con la paz mundial, una labor que también persiguió el patrono.
“No es nuevo eso de que haya tiempos violentos. Desde la era de San Judas Tadeo se vive violencia, injusticia. Vivimos en un país donde no se aplica la ley y a muy pocos les llega la justicia.”, expresó durante la homilía.
Asimismo, comparó la trayectoria apostólica de Judas Tadeo y de Judas Iscariote, recordándolo como traidor dentro de la tradición católica. Aseveró que el segundo se dejó llevar por la enajenación de bienes materiales, conflicto que lo arrastró a la desesperación y eventualmente al suicidio. Por otro lado, Tadeo se caracterizó por vivir en austeridad, apegado a las normas de Cristo y cautivado por bienes “que no se ven”, es decir, lo inmaterial que nos aferra a lo espiritual, dijo.
“Hay que perdonar siempre, hasta setenta veces siete hay que perdonar. Así como Judas buscó la gracia, debemos hacerlo nosotros. No hemos venido a vivir en pecado, sino a vivir en gracia.”, concluyó el arzobispo.
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La ceremonia fue celebrada en colaboración con el párroco del templo, Erasmo Dorantes, quien más temprano condenó la violencia que se vive en México e igualmente hizo un llamado para que haya paz en el mundo.
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