“La ciudad de Tula se me figura un gigante que se resbaló, cayó e intenta levantarse, pero resbala una y otra vez. ¡Qué impotencia! No hay forma de salir de esto porque hasta ahorita no hemos recibido ayuda del gobierno para abrir el negocio”, dice Martha Rodríguez, comerciante del Tianguis Municipal.
Ese Tianguis sufrió pérdida total, cuenta, y asegura que los pocos comerciantes que están en condición de volver a abrir, algunos pospusieron la apertura, particularmente porque cada que llueve fuerte, la calle 5 de Mayo se vuelve a inundar al salirse el agua del río Tula por el drenaje, así que no hay garantía de que no vuelva a ocurrir una inundación.
“Parece interminable la limpieza de los locales y el tianguis, porque se trata de aguas negras. Y de paso el Centro, aún está bien sucio y por eso hay poco movimiento. No viene ya la gente a comprar. Se van a Tepeji a Tlaxcoapan, a Santa Teresa” comenta.
Por su parte, Jorge Mendoza, quien rentaba un local en la calle Leandro Valle, donde vendían jugos, se queja igualmente que la limpieza de las calles va lenta y esto no ayuda para que puedan volver a trabajar.
“Al otro día de la inundación llegaron muchos soldados y hasta de la Marina vinieron a ayudarnos. Quedó todo limpio. Pero todo se ensució con la segunda inundación y ya no mandaron a nadie, solo echaron cal en las calles y se fueron. Nadie limpia. Así no se va a recuperar el comercio”, lamenta.