Rellena de queso, azúcar y canela, la Cuelga es uno de los panes con más de 80 años de tradición en Acaxochitlán, el Pueblo con Sabor que esconde entre sus riquezas gastronómicas este producto en forma de abanico con una flor simétrica.
Juan Manuel Castelán ha seguido esta tradición que ha pasado por tres generaciones, ya que su abuelo fue el creador de este pan que especialmente se compra para celebraciones especiales.
Cuenta que desde los cinco años hacer pan ha sido su vida y a los diez años, elaboró su primera cuelga con la enseñanza de su padre.
Don Juan de la Cruz Castelán Martínez, mejor conocido como Juan Panes, y nombrado embajador de la gastronomía hidalguense, es padre de Juan Manuel Castelán, quien asiste a ferias y eventos para deleitar miradas y paladares que gustan de un sabor único y diferente.
La elaboración de este producto no tiene conservadores, tampoco endulzantes artificiales y no se usa mantequilla, solo manteca vegetal y un poco de cerdo, para ofrecer la consistencia exacta.
En el centro de Acaxochitlán, es muy conocida la Cuelguería de Juan Panes, en donde diariamente se elaboran unas 30 piezas de este pan, aunque confiesa que las más comerciales son las que vende a 50 pesos, mientras las más grandes, que tienen un precio de entre 100 a 150 pesos, solo elaboran 10 piezas.
Pese a que por la pandemia disminuyeron sus ventas, Juan Manuel no se detiene en dar a conocer este producto que se hornea en casa de sus padres, por lo que una de las estrategias para el próximo año es seguirse presentando en ferias en las que las personas descubren la riqueza de cada lugar.