Arturo Islas Zapata tiene casi 80 años (en agosto de este 2024 los cumple) y de esos más de 60 años se ha dedicado a cortar el cabello tanto a hombres y mujeres en Pachuca.
Su negocio llamado Estética Unisex D´Arthur ubicado en la calle céntrica de Allende, tendrá que cerrar a fin de este mes de abril, luego de 42 años de servicio, debido a que el edificio en donde se ubica actualmente lo van a vender.
El maestro, como le dicen sus clientes, dice que, además él ya se quiere jubilar, por lo que la venta del edificio adelanta un poco este proceso. Su hija, quien también se dedica al estilismo, seguirá sus pasos pero ahora en un negocio ubicado en Avenida Juárez.
Con tan sólo cuatro sillones de barbero en el negocio, así como pocos utensilios como tijeras, peines, máquina de afeitar, navaja, cepillos, espumas, un sillón negro y unas sillas, el señor Arturo aún atiende a sus clientes, que incluso algunos llevan más de 40 años acudiendo con él, quienes dicen que ahora irán con su hija.
“Esto se está terminando”, señala el señor Arturo al tiempo de recordar que a su peluquería acudieron desde políticos, diputados, empresarios y comerciantes hasta reporteros, médicos, jóvenes y niños.
El doctor Luis Lagarde fue el padrino del negocio en el año de 1982; por el local pagó en ese momento 75 mil pesos por seis meses de renta a la señora María Paz de Baños Corella.
El presbítero Carlos Madrigal fue quien oficio la bendición del negocio, como se señala en una nota de ese año publicada en este mismo diario El Sol de Hidalgo bajo el título “Con los Mejores Augurios se Inaugura la Estética Unisex D´Arthur” que tiene enmarcada en un cuadro de madera color café obscuro, junto con el primer recibo de la renta del local.
El señor Arturo Islas cuenta mientras atiende a sus clientes, que de joven fue deportista y acudía al Centro Social y Deportivo Pachuca de la compañía Real del Monte y Pachuca que se ubicaba en la calle de Belisario Domínguez ahora mejor conocido como el gimnasio Miguel Alemán, lo que le ayudó a estar en excelentes condiciones.
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También sacó de uno de sus cajones del mueble de madera que aún tiene en el negocio, dos identificaciones con su nombre, de los Servicios Coordinados de Salubridad y Asistencia en el Estado de Hidalgo, una del año de 1960 y otra de 1961, con las cuales se le autorizaba trabajar a los 16 y 17 años en peluquerías de nombres “Saboy” ubicada en Covarrubias y “Salón Bambi” en Guerrero.
Su mayor satisfacción es ver como profesionistas a sus hijos, además de ser bisabuelo y a pesar del cierre, el legado continuará ahora con su hija, quien se hará cargo del negocio, mientras él descansará en su casa.