Cuando escuchamos la palabra boda, pensamos en el pastel, el banquete, la pareja, los trámites legales, pero pocas veces en la edad en la que se adquiere el compromiso, vivimos en una época de cambios y esto también influye en el matrimonio, en la actualidad las personas deciden no contraer matrimonio y si lo hacen, la mayoría de las veces no es por amor.
El miedo al compromiso es un factor que afecta a las parejas, es una alteración o bloqueo emocional, puede provocar infelicidad, inseguridad en la relación, generar una crisis de pareja o hasta la separación.
En la actualidad las parejas ya no quieren contraer matrimonio, puesto que piensan que si las cosas no funcionan ambos se pueden ir sin compromiso alguno, ahorrándose el divorcio.
Un estudio de la Universidad de Utah en el 2017, reveló que las parejas que se casan entre los 28 y 32 años tienen más posibilidades de que su matrimonio sea exitoso, y que las posibilidades de divorcio son más altas para los que se casan antes de los 20 años o entre los 32 y 45, el estudio reveló que los que esperan más allá de los 30 años para casarse pueden no estar dispuestos a hacer un esfuerzo para que su matrimonio funcione.
Hoy en día, en muchos países, la convivencia es reconocida legalmente para los trámites que importan, como lo es la toma de decisión cuando hay un miembro de la pareja incapacitado por enfermedad, pensiones en caso de muerte, reconocimiento de domicilio conyugal, por mencionar algunos.
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Sin embrago varias de las parejas que contraen matrimonio pueden estar impulsados por otros motivos como: causas económicas, parejas que buscan el bienestar material, la soledad, personas que han nacido para estar en pareja que no pueden estar solas sin importar el comportamiento de su conyugue, por el sexo, a pesar que cada día son menos las personas que llegan vírgenes al matrimonio, en ocasiones hay parejas que no permiten realizar ciertas prácticas hasta que exista el compromiso, por miedo a ya no encontrar pareja, en ocasiones la presión para ir a el altar es intensa y puede provenir de diferentes fuentes como la familia o los amigos.