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En Hidalgo, se prevé que el 50.8% de la población es de bajos recursos; así lo informó el estudio del 2020, arrojado por el Consejo Nacional de Evaluación (CONEVAL).
La pobreza se calcula desde diversas carencias esenciales, que van desde el alimento, hasta los servicios básicos de salud o el acceso a una vivienda; para calcularla existen diversos parámetros, como la educación, el desempleo o los recursos de los que se vale una persona para tener una vida digna.
De acuerdo al análisis, en la entidad hidalguense, predomina el acceso a los recursos enfocadas a la seguridad social y a una alimentación de calidad, tal es el caso de Brandon, habitante de la colonia Providencia, quien vende artículos usados, “Recojo la ropa o juguetes que tiran, los llevó al tianguis y así sacó unos pesos para comer”, dijo.
La capacidad para tener acceso a una vivienda digna, se limita para algunos cuantos; Camilo Rodríguez, mencionó que no ha tenido oportunidad de mejorar su vivienda: “En mi casa somos seis, tenemos solo dos recámaras y ahí nos acomodamos, pero los niños crecen y ya no cabemos bien…es difícil juntar para hacer más cuartos”, explicó.
Por su parte, Karen Ochoa, estudiante de secundaria, externó que al terminar este año, seguramente ya no podrá seguir con sus estudios: “Mi mamá me dijo que me debo poner a trabajar para seguir estudiando, lo más probable es que ya no pueda seguir”, adelantó.
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Asimismo, el estudio indicó que el 7.9% de la población, no tiene buena calidad en sus espacios de vivienda; el 18.9% presenta un rezago educativo; un 26.9% no tiene acceso a servicios de salud; un 28.5% no tiene alimentación nutritiva ni de calidad; un 20.5% carece de los servicios básicos de vivienda y un 66.6% no tiene acceso a la seguridad social.
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