A más de dos años del inicio de la pandemia de Covid-19, expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advirtieron que ésta aún no ha terminado y no se ha convertido en endemia, por lo que deben mantenerse las medidas de bioseguridad como el uso de cubrebocas.

Susana López Charretón, Alejandro Macías y Alejandro Sánchez, especialistas de la máxima casa de estudios del país, señalaron que es fundamental que se continúen con algunas medidas eficaces como la vacunación, uso de cubrebocas y permanecer en casa ante el menor síntoma, lo que permitirá un regreso gradual a las actividades presenciales.

Para los especialistas, la pandemia dejó una serie de hábitos que deben continuar como el estornudo correcto, el lavado constante de manos, así como el uso de cubrebocas en lugares cerrados o poco ventilados, los cuales ayudan a reducir el riesgo de contagio de Covid-19.

Susana López Charretón, investigadora del Instituto de Biotecnología, integrante de la Academia Mexicana de Ciencias y de El Colegio Nacional, reconoció que se ha superado la etapa más crítica de la pandemia con la reducción de hospitalizaciones por esta enfermedad, y después de varios días de Semana Santa no se ha presentado un pico epidémico de riesgo para la población.

La también viróloga consideró que es útil el uso de cubrebocas en sitios cerrados, ya que existe el riesgo en que en espacios concurridos hayan personas infectadas y por ello la mascarilla puede ayudar a reducir los contagios, mientras que el lavado de manos constante debe ser un hábito permanente en cualquier sitio.

En tanto, Alejandro Macías, integrante de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia Coronavirus de la UNAM y zar contra la influenza AH1N1 durante de 2009, enfatizó que no existe una fecha definida para el fin de la pandemia y dependerá de cada región, pero llamó a retornar gradualmente a las actividades.

En tanto, Alejandro Sánchez , investigador del Instituto de Biotecnología, coincidió en la importancia del uso de cubrebocas en sitios cerrados o con poca ventilación, ya que sigue siendo una protección ante un virus que aún no se convierte en endemia y que está lejos de hacerlo en tanto las personas dejen de utilizar las medidas de bioseguridad.