La Asociación Mexicana de Profesionales de la Edición dio a conocer que la tecnología está acabando con el uso del sistema braille, ya que en lugar de crear actualizaciones para este sistema de lectura y escritura lo están sustituyendo por cámaras de smartphone, audiolibros o los sistemas digitales de reconocimiento sonoro que son más fáciles de utilizar.
El creador de este sistema Louis Braille, perdió un ojo a los tres años de edad y dos años después perdió el segundo por una infección dejándolo completamente ciego, el braille está basado en el sistema de escritura nocturna de Charles Barbier, inventado para que los soldados franceses leyeran los mensajes en la oscuridad.
El sistema braille, también conocido como cecografía, es una herramienta que apoya a las personas con dificultad para ver, consiste en puntos en relieve que son identificados e interpretados mediante el tacto, y sirve para leer y/o escribir, permitiendo así que las personas con esta discapacidad tengan acceso a la educación, cultura e información.
La escritura braille consiste en distribuir una serie de puntos en relieve colocados en celdas, cada celda consta de seis puntos ordenados en dos líneas verticales, los puntos pueden combinarse hasta 64 veces.
La presencia o ausencia de puntos permite la codificación del lenguaje verbal, según la posición en la que el o los puntos aparezcan se trata de una letra u otra, el sistema también cuenta con caracteres especiales para poder escribir en otros idiomas e incluso en taquigrafía.
Desde su invención el braille ha sido un apoyo para lograr la inclusión social para las personas con problemas visuales antes de este sistema. Con el apoyo de esta herramienta se le ha dado paso a la alfabetización de las personas invidentes y con ello se ha incrementado sustancialmente el nivel educativo.
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De hecho, la Asociación Mexicana de Profesionales de la Edición advierte que para quienes carecen de la vista y saben braille aumentan en 40 por ciento las posibilidades de conseguir empleo.
Es por ello que esta institución hace notar la importancia de evitar que el uso de las tecnologías siga anulando al sistema braille.