En el año 1853 se construyó la primera tumba en el panteón municipal de Actopan. A 166 años, suman miles de criptas que hoy lo tienen saturado. Mientras el encargado del cementerio, Arturo Lugo Vargas, ofrece propuestas para darle cabida a un nuevo entierro, las autoridades municipales buscan otro terreno.
Testimonios oficiales recabados en el municipio señalaron que los focos de alerta entre autoridades municipales en busca de un nuevo panteón se prendieron hace unos 20 años para resolver la situación.
Presidentes municipales tanto de la administración pasada que encabezó Gregorio Hernández Serrano (2012-2016), como su antecesor Jaime Galindo Ugalde (2009-2012), aceptaron públicamente la problemática.
En su caso, Jaime Galindo conoció de primera mano la donación de seis hectáreas que realizó el actopense Teódulo Alamilla en 1970, exclusivamente para resolver la necesidad.
Sin embargo, el exalcalde Heber Sánchez Santillán (2000-2003) cedió esa superficie para la construcción del plantel de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) Campus Actopan. Acción que ratificó el siguiente gobierno municipal bajo la batuta del perredista Teódulo Quintín Pérez Portillo (2003-2006).
Así que el ex mandatario priista Galindo buscó revocar la donación durante buena parte de su administración municipal, sin tener éxito. Gregorio Hernández hizo lo propio, así que se dedicó a buscar una superficie alterna en la comunidad de Dajiedhi, y tampoco prosperó.
Hoy el reto está en el gobierno municipal del pesista Héctor Cruz Olguín.
Al respecto, el secretario general municipal Armando Monter Reyes confesó: “Es una problemática actual en el municipio. El panteón está saturado, tanto la primera etapa construida en 1860, como la segunda en 1920 que lleva por nombre San Vicente. Actualmente tenemos la prioridad de tener otro espacio”.
Mencionó que habitantes, por iniciativa propia, se han acercado a las autoridades municipales a gestionar un nuevo predio para las futuras sepulturas de la cabecera municipal, pues es evidente su preocupación.
Indicó que sí registran exhumaciones, la perpetuidad aquí es de siete años, y es que el municipio no tiene otra alternativa.
A este año 2019 son pocas las comunidades que carecen de su propio panteón, tal es el caso de Cañada Aviación, Cañada Chica Antigua, La Loma, El Palomo, La Peña y Pozo Grande, cuando anteriormente todo el municipio aquí hacía su sepultura.
Expuso el trabajo que realizan panteoneros en busca de espacios, de tal forma que a la fecha no han negado ningún lugar, aunque aceptó que cada día es más difícil satisfacer la demanda.
La sobrepoblación es evidente en cuanto entran al camposanto San Vicente, pues enseguida se observan escasos centímetros entre una tumba y otra.