Con el levantamiento de algunos metros más a la barda principal, es que se piensa combatir el “pelotazo”, forma en la que se introduce de manera clandestina alcohol y/o drogas al Centro de Reinserción Social de Tulancingo, informó Raúl Ignacio Ramírez Godínez, director del espacio.
Aunque dijo que, actualmente la barda es de ocho metros de altura, personas no identificadas avientan desde afuera diferentes sustancias a la parte de adentro del Cereso para las Personas Privadas de Libertad (PPL).
Explicó que, básicamente estas personas se encarreran en las calles paralelas al Cereso y es así como logran aventar el “pelotazo”, que, aunque no es específicamente pelotas, las cosas son envueltas con capas de papel para que al caer no se rompan, simulando la forma de una pelota.
Reconoció que, en el mes que lleva al cargo del Centro de Reinserción Social, ha detectado a algunos internos con problemas de adicción, principalmente, con las drogas duras, es decir, cristal, piedra y cocaína.
Ramírez Godínez, tomó la dirección el pasado 11 de enero, y entre las estrategias para frenar el “pelotazo”, además de levantar la barda dos metros más, contempla el techado de la cancha a donde avientan las sustancias adictivas.
Además de drogas, también han aventado, en el mes que él lleva al mando, botellas de plástico con bebidas embriagantes. Por último, y ante las denuncias anónimas que realizaron algunos ciudadanos de los supuestos cobros para ver a algún PPL o las visitas conyugales, dijo que es una práctica incorrecta y que no ha detectado durante su administración, pero de no ser así, las afectados están en su derecho de denunciar en la dirección de asuntos internos.