De 67 días que llevamos del 2024, uno ha tenido “buena” calidad del aire en la capital de Hidalgo, el resto oscilan entre moderado y malo, y el principal contaminante es el ozono, informó Marco Moreno Gaytán, presidente de la Sociedad Ecologista Hidalguense, basado en las mediciones e índices de IQAir (Index Quality Air, índice de calidad del aire por sus siglas en inglés) y The Weather Channel (el canal del clima).
Eso se traduce para los grupos vulnerables en Pachuca, que deben evitar actividades deportivas y de ejercicio en espacios abiertos, contar con un purificador de aire en sus domicilios y si salen a la calle usar un cubrebocas, porque calificar como moderado es malo, afirmó.
Ayer la calidad del aire era moderado y se veía una bruma polvosa sobre la mancha urbana de la capital y su zona metropolitana.
Mencionó lo que a nivel mundial y nacional es sabido, sin que se haga algo por disminuirlo, que Tizayuca, Tulancingo, Huichapan y especialmente Tula, Tepeji, Tlaxcoapan y Atitalaquia son las más contaminadas, estas últimas por la Refinería y Termoeléctrica.
“En Hidalgo estamos a tiempo de actuar si hay políticas públicas producto de una gobernanza ambiental, dejar de ver la verificación vehicular como un tema de fustigamiento y recaudatorio, que la Secretaría de Movilidad y Transporte así como la de Medio Ambiente y Recursos Naturales estatales dejen de simular.
“Y realmente apliquen políticas públicas; cómo: combinando las leyes en materia de salud y protección al ambiente con el cómo reducir el material particulado (PM2.5µg/m³) mediante programas medibles y evaluables, no han construido esos programas”, opinó.
En Europa se determina que un coche ya no debe circular por contaminante, mientras aquí no hay obligatoriedad de la verificación y hay autos que se les deja circular echando humo, comparó.
Otro ejemplo que aportó es la revista vehicular al transporte público: les quitan todos los aditamentos y modificaciones prohibidas antes de ese “trámite burocrático, como lo es la verificación”, y al otro día se los ponen a sabiendas de la autoridad.
“La Semarnath carece de políticas de comunicación ambiental, más allá de la verificación y la contaminación”; en el sexenio de Omar Fayad se cierran los “verificentros” y el actual gobierno estatal abrió unos cuantos, la calcomanía anticontaminante debería ser bimestral, propuso, bajo un protocolo de carácter ambiental y no uno burocrático y recaudatorio.