TLAXCOAPAN.- La Procuraduría Agraria busca que los ejidatarios del municipio de Tlaxcoapan participen en el programa Bono de Carbono. Se les explicó que consiste en reforestar los ejidos y a cambio reciben una remuneración. Los ejidatarios tendrían que acudir a una capacitación que brindará personal especializado de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) el 13 de abril en Pachuca.
El Procurador Agrario en Hidalgo, Andrés Velázquez Vázquez, se reunió con representantes de los cuatro núcleos agrarios que tiene Tlaxcoapan: Teltipán, Tlaxcoapan, Cerro del Gavilán y Doxey, y funcionarios municipales.
Les explicó que el proyecto se puso en marcha desde hace tres años en Brasil, Colombia y México; y es momento de que Hidalgo sea parte de esta iniciativa para reforestar tierras de uso común y así atacar el efecto de calentamiento global, gracias a la emisión de oxigeno y por ello recibir una remuneración.
Dijo que el programa que implementó el gobierno federal está destinado directamente para los núcleos ejidales, y ya se ha puesto en marcha en los municipios de Zacualtipán de Ángeles, Molango, en la Huasteca y Francisco I. Madero.
En el caso de Tlaxcoapan se consideraron los cuatro ejidos, y la participación de 330 comuneros, por lo que serán más de mil 262 hectáreas de uso común las que se podrán beneficiar con el programa Bono de Carbono.
El funcionario invitó a los comuneros y ejidatarios a que asistan el próximo 13 de abril a la capacitación que será impartida por CONAFOR, a las 11:00 horas en el Auditorio Aquiles Serdán, del municipio de Pachuca.
El precio de cada Certificado de Carbono depende de factores, entre ellos la historia que hay detrás de cada proyecto de captura de carbono. “Un proyecto ambiental en una comunidad desfavorecida tendrá Certificados de Carbono más caros que los que tenga un super rancho en Sonora”.
México se comprometió en 2015, a partir de que suscribió el tratado internacional sobre el cambio climático, “Acuerdo de París”, a reducir por lo menos en un 22% sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y una de las formas es utilizar el mecanismo de los Certificados de Carbono.
Esta meta fue incluida en la reforma a la Ley General de Cambio Climático de 2018, en la que se establece el sistema de comercio de emisiones y un periodo de prueba que terminó el 31 de diciembre de 2022. Así que en 2023 es una oportunidad para los ejidos y en general el campo mexicano, porque aún hay pocas transacciones en ese mercado, ya que no está al alcance de todos, además de que los precios de los “bonos” dependen de la oferta y la demanda.
Las reglas de operación 2023 del programa Desarrollo Forestal Sustentable para el Bienestar, dentro del cual se desarrolla el programa de bonos de carbono señala que por los proyectos aprobados se pueden obtener apoyos por brigada superiores a los 500 mil pesos o por hectárea que van de los 40 mil pesos a los 10 millones de pesos.