TULA DE ALLENDE, HGO.-“Le doy gracias a Dios y la Virgen de Guadalupe que mis familiares y yo estamos vivos y con bien luego de la inundación, a pesar que lo perdimos todo, y ahora no nos queda de otra que comenzar de nuevo”.

Así lo aseguró, María Teresa Martínez Bolaños, quien se encuentra en el albergue temporal vecinal de la colonia 16 de Enero El Tesoro, un sector habitacional de los más perjudicados por el desborde del Río Tula, que se registró durante la noche del seis de septiembre en esta ciudad.

Acompañada de su hija Alejandra Vega Martínez y su nieto Omar Vega Cabrera, la mujer dijo, con voz entrecortada, que sintieron mucho miedo, desesperación e impotencia al ver como esa noche lluviosa el agua se metió a su vivienda localizada en la calle Tres Culturas.

“En verdad es algo indescriptible como ver que el agua va subiendo de altura y nos llegó a medio cuerpo. Primero pensé en sacar de la casa a los niños que tenemos y a mi madre Aurelia Bolaños Martínez, de 87 años de edad, para salvarles la vida. Con ayuda de otros vecinos, los sacamos por la azotea de la casa” indicó la entrevistada.

Así como ella, otros pobladores de dicha colonia, entre ellos Dante López Cornejo y Andrés Alfredo Mejía Cortez, también perdieron todas sus pertenencias en la inundación que, literalmente, dejo bajo el agua a la Ciudad de los Atlantes.

Muebles, enseres domésticos, ropa, documentos personales y todo lo demás, lo perdieron esa noche que nunca van a olvidar en sus vidas.