A pesar de que la flor de cempasúchil que se siembra en maceta, proviene de semillas transformadas en China, la producción y la mano de obra es cien por ciento mexicana, puntualizó Sergio Daniel Guzmán Cruz, ingeniero agrónomo y productor.
Aunque la semilla proviene de otro país, explicó que la planta se produce en México, “la semilla de cempasúchil es nativa de México, pero los chinos se la han llevado para su mejoramiento genético”. Dijo que el país tiene un clima apto para la producción, entonces, los productores adquieren la semilla asiática, pero aquí se siembra y se germina “desde ahí empieza la mano de obra, después sigue el trasplante, hasta la venta, aquí mismo se comercializa”.
En México, dijo que la Universidad Autónoma de Chapingo trabaja en el mejoramiento genético de la planta, pero aún no a gran escala como en China. Compartió que las plantas mejoradas no dan semillas porque son híbridas y por ello estériles y en caso de que lleguen a germinar, mencionó que no tendrán las mismas características porque existe una contaminación genética.
“Si sembramos una semilla nativa que no tenga mejoramiento genético en una maceta va a crecer con mayor tamaño y no dará tantos botones”, explicó. Por este motivo, invitó a la población a comprar cempasúchil tanto en ramo como en maceta porque muchas familias mexicanas dependen de esta producción en esta temporada .
“La producción es mexicana, lo que no es realmente, es la semilla que se trabajó en otro país, pero el cempasúchil sigue siendo nativo de México”, insistió. Añadió que para que la planta tenga mayor durabilidades necesario que sea regada por lo menos cada tercer día. En México se estima hay 35 especies de la flor, de las 58 referidas para América. Los estados de Guanajuato, Hidalgo, Michoacán y Estado de México son los que cuentan con las mejores condiciones de suelo y clima para la producción.