Una de las piezas fundamentales de la indumentaria de las mujeres Tepehuas es el telar de cintura, que destacan por su belleza, diseño autóctono y su ancestral técnica y colorido como característica principal, que hablan de su pasado histórico y donde se plasma la cosmovisión indígena que refleja la relación y convivencia con la naturaleza, su relación simbólica con los ancestros y su lengua materna.
De acuerdo con el Palemón Alberto González Aparicio, cronista del municipio de Huehuetla y promotor cultural indígena, las mujeres tepehuas fueron aprendiendo paso a paso los procesos de elaboración artesanal del telar de cintura.
Una de ellas, recordó que María Petra Crescencio Santiago, fue una de las artesanas en el municipio que aprendió el manejo del telar de cintura, a la edad de 11 años, gracias a la enseñanza de una mujer llamada Anita.
“Sus primeras prácticas fueron las puntadas del pepenado y el bordado de cuadrille. Así tejió y bordo para ayudar a la economía familiar, hasta ser reconocida por la comunidad tepehua, como la Tejedora de quechquemitl”, contó.
Mencionó que el quechquémetl que se tejía en estos años era de mayor tamaño y ella lo redujo de talla y así impondría un estilo local, pues señaló que se quedó con dimensiones de 80 centímetros de largo por treinta centímetros de ancho.
“Sus manos fueron muy privilegiadas, ya que producían bellas creaciones de la indumentaria tradicional, como la faja y el quixqueme con creativos diseños y bordados, como un homenaje a la paciencia y al tiempo dedicado a esta labor, no como oficio si no como parte de su existencia”, expresó.
El embajador de la cultura Tepehua, explicó que el trabajo en telar de cintura, lo combinaba con el tejido de brocado que funciona a través de un proceso de muchas cuerdas que va amarrado a la cintura de la tejedora con un mecapal y por el otro extremo amarrado a un árbol, de ahí una serie de varas de madera que son acomodadas para ir tramando los hilos para realizar los diseños.
María Petra Crescencio Santiago, aseguró que fue una experta tejedora que dominaba de forma aritmética los hilos que conforman la urdimbre del telar de cintura, que le permitían obtener piezas perfectamente diseñadas y sin errores, con un tejido de brocado con alineación y trazo correcto.
Gracias a su trabajo artesanal, informó que fue galardonada con el “Premio Estatal de Artes y Tradiciones Populares 2014” en la categoría de Promoción y Difusión de la Cultura y Arte Popular, que reconoce lo más destacado de la creación artesanal y de la promoción de las culturas populares.
“El gran anhelo de esta tejedora era, que persistiera la tradición del tejido en telar de cintura en nuestro municipio y quien por años fomento su uso y su enseñanza”, finalizó.