Ya retirado, pero sumándose a la celebración del Día del Mariachi, don Ramón Sánchez recordó con sentimiento los casi 20 años de amor por la música regional en la que acompañaba con su voz cientos de momentos ajenos, viviendo a flor de piel pedidas de matrimonio, cumpleaños, aniversarios, velorios, divorcios, fiestas y hasta uno que otro rechazo al darla sortija de compromiso.
Don Ramón, quién se retiró del mundo de la música regional a raíz de haber enfermado de Covid-19 y quedar con secuelas en los pulmones que le impiden cantar con la pasión que dicha profesión le requiere, dijo haber disfrutado de esos 20 años al servicio como ningún otro oficio lo permite.
Entre las cientos de anécdotas que le dejó trabajar de Mariachi, dijo recordar que su favorita fue una dónde a un cliente le rompieron el corazón, “fue por el año 2005,llegó un muchacho bien enamorado a pedir una serenata para su amada, iba dispuesto a darle el anillo, llegamos al lugar y la condenada chamaca salió para decirle que no, que estaba enamorada de su hermano mayor e iba a intentarlo con él, pobre muchacho, expresó después de suspirar, terminamos bien “pedos” en una cantina tomando aguardiente”, dijo mientras reía.
Cómo esas anécdotas, otras más, pero esa la recuerda especialmente porque fue la primera que le tocó vivir. Recuerda quela canción con la que llegaron a la morada era “Novia Mía de Los Panchos”, lo maravilloso de la música, es que te transporta a cualquier lugar, dijo con voz entrecortada
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Dijo que la música regional, en especial ser mariachi los, obliga a sensibilizarse. “Es imposible no llorar en un velorio, no volver a creer en el amor en una boda, no sentir la felicidad de las madres el 10 de mayo, no reír a carcajadas en fiestas familiares”, reconoce.