La casa de Martina García es sencilla y humilde, está ubicada en la comunidad de El Mejay, municipio de Chilcuautla, y contrasta con la grandeza de su legado cultural e histórico para el pueblo hñahñu del Valle del Mezquital, así como sus aportaciones a la cosmogonía indígena y memoria del mundo.
Martina aprendió a tejer el telar de cintura desde los 12 años, en la actualidad tiene 82, por lo que lleva 70 años entrelazando los hilos de algodón que le han dado renombre nacional e internacional.
“Yo migré a la Ciudad de México para trabajar de sirvienta en una casa, después regresó a El Mejay. En ese tiempo llegaron misioneros quienes me mostraron cómo comercializar las artesanías, las llevaban a la capital, pero después se fueron a su país, aunque me dijeron dónde ir a vender las prendas”, recordó la maestra artesana.
Fue en ese momento cuando Martina García, comenzó a sobrevivir de las artesanías que confeccionaba y tejía junto a sus cuatro hijas, gracias a ese trabajo pudo darle educación a sus descendientes quienes en la actualidad son profesionistas.
“Yo tejo con amor, por el cariño que le tengo a las artesanías, después vino el reconocimiento, he viajado por el mundo y he recibido el reconocimiento del gobierno y de empresarios”, dijo en su lengua materna.
Martina García, en días recientes fue condecorada en el museo Kaluz y Dior, por la comunidad empresarial, donde estuvieron figuras del espectáculo e inversionistas como Carlos Slim Helú y Mercedes Sánchez Navarro.
A la pregunta “¿qué sintió el magnate Carlos Slim Helú al conocer a Martina?”, su sencillez fue memorable, ella contestó: “No puedo hablar por él, es personal, lo que sí sé fue lo que sentimos nosotras, ya habíamos tenido la oportunidad de coincidir con Carlos Slim”.
Además agregó: “El hecho de que él se haya acercado a mi familia y pedir una foto, habla mucho de él, esa atención de cruzar unas palabras, yo lo reconozco y agradezco, él era un invitado, reconozco su parte humana”, sentenció .
Martina García, informó que dejará su herencia artesanal a su hija Trinidad González ya su comunidad, donde imparte cursos de manera gratuita a las niñas y niños, sin embargo lamentó la falta de compromiso y apoyo del gobierno quienes utilizan prendas de origen chino, que no son artesanales.