Con emoción y un poco de ansiedad, los niños y niñas de educación básica regresaron a las aulas de forma presencial y al 100 por ciento de la capacidad.
En la escuela Everardo Márquez, un dinosaurio y un unicornio fueron los encargados de dar la bienvenida a los chicos.
Laura, una madre de familia consideró que es bueno que regresen a clases, pues "coronavirus es una enfermedad que llegó para quedarse y hay que aprender a vivir con ello".
Asimismo, se dijo emocionada porque los niños cuenten con su rutina normal de niños, de esparcimiento. Invitó a los padres de familia a qué continúen aplicando las medidas de seguridad y consideró que la decisión de regresar a las aulas fue un acierto de las autoridades.
Rodrigo, un menor de siete años, se dijo nervioso, pero contento con el regreso a clases, aunque piensa que habría estado mejor si les dieran una semana previa de clases en línea para adaptarse.
Este lunes llegó con un poco de ansiedad y ganas de vomitar, "con pánico", pero a gusto de regresar.
Por otro lado, Héctor Silva opinó que el regreso a clases presenciales era necesario, sobre todo por las cargas de trabajo en casa y para que mejoren el nivel académico, el cual si bajó durante la pandemia. Su hijo llegó contento porque cree que en las clases virtuales aprendía poco.
Damián, un menor de 10 años, comentó al Sol de Hidalgo que ya quería regresar a la escuela, en primer lugar porque ya llevaban mucho tiempo "encerrados en casa", y en segundo porque las clases virtuales no le gustaban, ya que no "aprendía casi nada".
Ahora que regresa a su salón al 100 por ciento, tras dos años de pandemia, espera aprender mucho más de lo que lo hacía mientras estaban a distancia.
Minerva Granados se dijo preocupada por la situación de salud qué prevalece, hizo una invitación a los padres de familia para que en caso de ver a su hijos o hijas enfermos, pues mejor "no los manden".
"Algunos papás no entendemos y así los mandamos, en lo personal es lo que me preocupa porque no acatamos reglas", expresó.